Desde enero, la oportuna denuncia de la ciudadanía fue clave para que la Sijín de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) desplumara a Ever Carreño Corredor, alias Porras, de once de sus mejores integrantes, quienes tendrían el control del tráfico local de estupefacientes en la Comuna 8 de la capital nortesantandereana.
Cansados del sinfín de problemáticas derivadas de ese flagelo, incluido el homicidio selectivo, la comunidad no aguantó más y puso a las autoridades al tanto de lo que estaba sucediendo en dos de sus más importantes barrios: Antonia Santos y Doña Nidia.
Con esa información fue suficiente para que los investigadores empezaran a actuar frente a esa situación que generaba zozobra y temor en los habitantes de la zona.
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Por medio de la estrategia de agente encubierto, los uniformados pudieron conocer cada uno de los pasos que daban los presuntos integrantes de una estructura que denominaron ‘Los del Pluma’, haciendo alusión a ‘Porras’, líder de la banda criminal ‘Familia P’, para la que servirían.
“Ever Carreño se encuentra detenido y desde allí, coordina y dinamiza todo lo que tiene que ver con estupefacientes en esa comuna, y como a los que mandan desde la cárcel les apodan ‘El Pluma’, por eso el nombre. Pero igual, siguen estando al servicio de la misma estructura criminal que es la ‘Familia P’”, comentó una fuente judicial.
El 8 de abril llegó el primer golpe para ‘Los del Pluma’ que, para ese entonces, estaban bajo el liderazgo de Diego Hernando Vargas Vargas, alias Panda.
Ese día, en medio de un allanamiento a una vivienda del barrio Doña Nidia, fue capturado por tercera vez el hombre, quien usaba su lugar de residencia como uno de los puntos fijos para el expendio del estupefaciente.
Con ‘Panda’ tras las rejas, a ‘Porras’ no le quedó de otra que dejar al mando a José Luis Rodríguez Veloza, alias Pollo.
Mientras avanzaba la investigación, ‘Los del Pluma’ seguían adquiriendo más poder en la Comuna 8 y, cada día, su imperio crecía, sin saber que su caída estaba muy cerca.
Durante varios meses, el agente encubierto logró la compra de por lo menos 40 dosis de estupefacientes, evidenciando el modo de operar de la estructura.
Cuando ya estaban las pruebas suficientes y la identificación plena de cada uno de los actores delincuenciales, los investigadores lograron, el pasado 19 de julio, que el Juzgado Noveno Penal Municipal de Control de Garantías de Cúcuta emanara ocho órdenes de captura en contra de alias Pollo; Ángel Yesid Galvis Hernández, ‘Ratón’; Cristian Isaac Pedrozo Rodríguez, ‘El Negro’; Edwin Yasser Saavedra Avilés, ‘Abigail’; Brayan Jesús Giovanny Chaparro Bautista, ‘Mechas’; Diego Alexander Yaruro Arenas, ‘Pepo’; Michael Esteven Quintero Ascanio, ‘Mago’; y James Antonio Oliveros Delgado, ‘Veneco’, por el delito de tráfico de estupefacientes.
Las capturas
Con la documentación en mano, las autoridades salieron el domingo, a las 8:00 p. m., en busca de los presuntos delincuentes.
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Gracias a las labores de investigación, esa misma noche, entre las 11:20 de la noche y 11:59 p. m., se logró la captura de ‘Pollo’, ‘Ratón’, ‘Abigail’ y ‘Mago’.
El incansable trabajo de las autoridades no terminó ahí. Al día siguiente, madrugaron a las 6:00 de la mañana a adelantar tres allanamientos en los barrios Nuevo Horizonte y Doña Nidia, logrando la captura en flagrancia de Aminta de Jesús Rincón Agudelo, ‘Mirta’; Anderson Gélvez García, ‘Pinina’; y Reinado José Olivares.
Dos horas más tarde, fue capturado ‘El Negro’, en el barrio Antonia Santos y, en la noche, entre las 6:00 y 8:00 p. m., también cayeron ‘Mechas’ y ‘Pepo’, en el mismo barrio.
Con la noticia de la detención de sus amigos, ‘Veneco’ cambió su apariencia física en cuestión de horas e intentó refugiarse en el barrio Loma de Bolívar, pero hasta allá llegaron los uniformados ayer, a las 9:40 de la mañana, y lo capturaron.
Estas personas fueron presentadas al Búnker de la Fiscalía en donde, al cierre de esta edición, permanecían a la espera de que un juez les definiera su situación jurídica.
Un modo de operar particular
En la investigación quedó evidenciado cómo operaban estas personas, quienes contaban con puntos fijos y móviles.
En el barrio Doña Nidia, los encargados eran ‘Mirta’, Reinaldo, ‘Abigail’, ‘Veneco’, ‘Ratón’ y ‘Mago’.
Dos viviendas, una ubicada en la calle 2 con avenida 6, de ese barrio, y la otra, ubicada en Nuevo Horizonte, eran dos de los puntos fijos. En la primera estarían ‘Mirta’ y Reinaldo, y en la segunda, ‘Pinina’. Ellos se encargarían de expender el estupefaciente en esos lugares.
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Hasta allí llegaban ‘Abigail’ y ‘Veneco’, quienes dosificaban y transportaban el ‘encarguito’. Después, estos dos entregaban la droga a ‘Ratón’ y ‘Mago’ que, finalmente, la vendían. Su manera de hacerlo era muy particular.
“Ellos escondían los cigarrillos de marihuana en una virgen que está ubicada en la calle 5 con avenida 4, de Doña Nidia. A veces también los escondían en las piedras. Primero recibían el dinero del comprador, sigilosamente iban a buscar el estupefaciente y luego volvían a entregarlo”, relató la fuente judicial.
Por otra parte, en el sector de las escaleras del barrio Antonia Santos, se ubicarían ‘El Negro’, ‘Mechas’ y ‘Pepo. También estarían acompañados de otros dos que aún no han sido capturados por las autoridades.
Estas personas se ubicarían en ese punto móvil a hacer de las suyas y, cuando notaban presencia policial, se perdían en el cerro de la invasión Brisas del Mirador, conocida por ser una zona compleja que está bajo la sombra de ‘Porras’.
Alias Pollo, por su parte, sería el encargado de coordinar y recibir el dinero producto de la comercialización de los estupefacientes para después rendirle cuentas a ‘Panda’ quien, posteriormente, le entregaba a ‘Porras’.
La investigación arrojó que mensualmente se vendían por lo menos doce mil dosis de droga, con una renta de hasta $70 millones.
Tenían antecedentes
Según las autoridades, todos los capturados tendrían anotaciones por el delito de tráfico de estupefacientes. Sin embargo, en el caso particular de ‘Mirta’, ya estaba cobijada bajo la medida de detención domiciliaria por ese mismo delito.
Por su parte, ‘Veneco’ tenía antecedentes por porte ilegal de armas de uso privativo de las fuerzas armadas y ‘Pepo’ por hurto calificado y agravado.
Sobre ‘Pollo’, el líder del grupo, se conoce que tenía por lo menos cuatro años de trayectoria criminal.
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