Los familiares de Aníbal Germán Guardián Núñez han tenido que soportar el dolor por la pérdida de su ser querido, además de los nulos avances en la investigación sobre este hecho y de no tener certeza de que los restos humanos que hallaron en noviembre de 2020, en el Anillo Vial Occidental, eran de él.
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La mortal historia se inició desde julio de 2020, cuando Guardián, quien tenía 36 años en ese momento, llegó a Cúcuta proveniente de San Cristóbal (Venezuela), junto con su pareja, para mercar y devolverse a la capital del estado Táchira.
Sin embargo, Aníbal decidió irse con cuatro amigos con rumbo hacia la vereda San Isidro, que está ubicada en el Anillo Vial Occidental y no permitió que su pareja lo acompañara.
Al parecer, estas personas tenían comunicación previa con Guardián, por presuntos negocios de unos vehículos.
Desde ese momento el rastro de Aníbal Germán se perdió y solo algunas horas después, en medio de evidentes gestos de ebriedad, los conocidos de la víctima regresaron al hotel donde se hospedaba la pareja y le aseguraron a la mujer que debía devolverse para Venezuela, porque a él se lo había llevado la guerrilla y no sabían si estaba vivo o muerto.
Los restos
Cuatro meses después de la desaparición de Guardián Núñez, las autoridades hallaron unos restos humanos con prendas de vestir iguales a las que llevaba puesta el día que salió con sus amigos, pero hasta el cierre de esta edición, el Instituto de Medicina Legal no había confirmado si eran de él.
Aunque los dolientes aseguran que reconocieron la ropa de su ser querido y otras pertenencias, el proceso de antropología que debe adelantar el instituto forense para identificar los restos, todavía no ha terminado.
Precisamente, los familiares aseguraron que en una reciente comunicación con el instituto forense de Cúcuta, les aseguraron que dicho proceso puede tardar hasta cinco años, por lo que esto les generó más impotencia y dolor.
La investigación
Sobre el proceso de investigación por el hecho no se conoce información, lo único que le han asegurado a la familia es que el caso cambió de fiscal y de investigador, por lo que todo parece estar sin avances.
En algunos audios que circularon por WhatsApp, y que están en poder de la Fiscalía y la Policía, un hombre habría confesado que Aníbal estaba muerto y el cadáver fue arrojado justo en el lugar donde, en noviembre de 2020, las autoridades hallaron los restos que hoy siguen en estudio por Medicina Legal.
“Nosotros lo que queremos es que se haga justicia y que se agilice el proceso de la prueba de ADN, porque los restos fueron enviados a Bucaramanga y todavía no ha pasado nada", recordó una de las hermanas de Aníbal Guardián.
Los dolientes están convencidos de que su ser querido fue asesinado a disparos y posteriormente fue lanzado al lugar donde lo encontraron.
“El cráneo tiene impactos de bala y en la ropa también estaban las evidencias de los disparos que pudo recibir en el pecho. A él lo mataron y lo dejaron por ahí con unas ramas encima”, dijo una familiar de Aníbal.
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