Conformar un imperio de bienes y dinero con el narcotráfico fue una tarea fácil para Víctor Ramón Navarro Serrano, conocido como ‘Megateo’, el extinto capo del Catatumbo, que murió en una operación de las autoridades en 2015.
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Precisamente, afectar las finanzas de este narcotraficante, máximo líder de Los Pelusos, el reducto del Ejército Popular de Liberación (Epl), fue una de las prioridades del Estado colombiano y de los uniformados que le siguieron los pasos durante muchos años hasta lograr su muerte.
Sin embargo, haber declarado la nulidad de las medidas cautelares impuestas por un fiscal de extinción de dominio a cinco casas y dos ferreterías, que estaban a nombre de presuntos testaferros de ‘Megateo’, llevó a la reciente condena del Tribunal Superior de Cúcuta, contra la exjueza Luisa Fernanda Bayona Velásquez, quien, según la justicia, terminó favoreciendo al narcotraficante, en diciembre de 2017.
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Según la Fiscalía, la exfuncionaria judicial, en ese entonces, les pidió a las Oficinas de Registros de Instrumentos Públicos y a las Cámaras de Comercio de Ocaña (Norte de Santander) y Aguachica (Cesar) “levantar cualquier afectación que existiera sobre los bienes, de tal manera que quedaran nuevamente a título de posibles testaferros de alias ‘Megateo’”.
La Fiscalía demostró que la exjueza de control de garantías, con conocimiento de causa y notoria voluntad de actuar en contra de la ley, asumió roles exclusivos de un superior y ejerció una función que no le correspondía, según explicó el ente acusador a través de un comunicado de prensa.