Por lo menos unos 28 disparos le propinaron a Paola Andrea Herrera Vargas en el barrio La Libertad.
El hecho se presentó a las 11:45 de la mañana de ayer cuando la víctima se movilizaba con su conductor en una camioneta Toyota Fortuner de placa GZV423, al parecer, estarían buscando comida.
Pero, al llegar a una reconocida panadería ubicada por la calle 14A, la tragedia se presentó.
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Presuntamente cuando el chofer se baja del vehículo a comprar en el establecimiento comercial, apareció un hombre a bordo de una motocicleta.
Aprovechando que los vidrios de la camioneta estaban abajo, el sicario se acercó a Herrera Vargas y le empezó a disparar en repetidas oportunidades, luego huyó con rumbo desconocido.
Al escuchar los disparos, el conductor salió del sitio y corrió hacia el carro encontrándose con la escena.
Al ver el grave estado en el que se encontraba la mujer, manejó hasta la Unidad Básica de La Libertad pero allí los doctores confirmaron que Paola Andrea había fallecido.
Rápidamente la Policía Metropolitana de Cúcuta fue alertada sobre el crimen y llegaron al lugar junto con la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) a adelantar los actos urgentes. Allí se encontraron 14 vainillas que serán cruciales en la investigación.
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Venía de Barranquilla
La víctima, de 36 años, es una cucuteña criada en el barrio Lleras Restrepo en donde vivió con su familia hasta que, al parecer, se involucró en un problema relacionado con el tráfico de estupefacientes y fue amenazada. Debido a esa situación tuvo que irse a vivir a Barranquilla.
Sin embargo, hace cuatro días habría llegado a la capital nortesantandereana supuestamente a adelantar los trámites del pasaporte de su compañera sentimental con quien tendría planeado salir del país.
Las dos primeras noches los tres estuvieron hospedados en un hotel pero el día antes de su muerte se ubicaron en un apartamento.
¿Se estaría escondiendo? Es una de las muchas preguntas que surgieron a partir del asesinato, pero las autoridades no han podido revelar lo que hay detrás.
Lo que sí tienen claro es que el crimen estaba completamente planificado y le pagaron a un sicario para perpetrarlo.
Las autoridades confirmaron que la mujer tendría una anotación judicial por hurto del año pasado. Presuntamente se dedicaría a la compra y venta de divisas además del préstamo de dinero.
Pero, tal parecer que estaría involucrada en acciones delictiva que, incluso, la habrían llevado a estar capturada en Venezuela durante un tiempo.
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