En cuestión de horas se cometieron 5 ataques a mano armada contra hombres, que dejaron 4 muertos y un herido, en diferentes sectores de la ciudad que marcaron un lapso cubierto de sangre para Cúcuta.

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Esta racha concluyó ayer, 16 de junio, en horas de la mañana, en las entramadas callejuelas del barrio Santander, donde un joven fue interceptado por un hombre, cuyo objetivo era matarlo.

El hecho se dio sobre un canal de aguas lluvias por la calle 28 con avenida 23, la víctima, quien fue reconocido por allegados en redes sociales como Tony, recibió varios impactos de bala que lo dejaron tendido y con un charco de sangre bajo su cuerpo a un costado de dicho canal, el responsable escapó entre las calles de difícil acceso.

Todo sucedió frente a la casa de unos familiares de la víctima, quien aparentemente estaría visitándolos, quienes escucharon los estruendos de bala y al salir, encontraron al hombre sin vida.

Los mismos alertaron a las autoridades, patrullas de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) llegaron a la zona, junto con la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho), para hacer el levantamiento del cuerpo y adelantar la investigación.

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Cazaron a Lobo

La violencia ya venía de la noche anterior en Santander, específicamente en la calle 26 con avenida 23A, en la vivienda de Ricardo Martínez Lobo, comúnmente conocido por sus allegados por su segundo apellido.

Lobo estaba celebrando en su casa el Día del Padre junto con familiares y amigos, abundaban las bebidas alcohólicas y la música alta, cerca de las 11:25 de la noche, dos personas habrían llegado caminando hasta la casa, a la cual habrían ingresado y saludado a Lobo.

Conversaron por algunos minutos hasta que uno de los individuos desenfundó un arma de fuego y le disparó 5 veces, en ambas piernas y en el abdomen, dejando a Lobo gravemente herido, los responsables escaparon, mientras los allegados de Lobo lo trasladaron a la Unidad Básica Loma de Bolívar, donde llegó sin signos vitales.

La Policía fue alertada y llegó al centro médico donde recopilaron testimonios de los familiares, y además realizaron el levantamiento del cuerpo de este hombre, que se dedicaba al mototaxismo.

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Sin embargo, las autoridades tienen otras pistas que podrían encaminar el esclarecimiento de los móviles, pues de forma extraoficial se conoció que la víctima podría tener nexos con líderes de la banda delincuencial Los Lobo.

Ricardo además tenía dos anotaciones judiciales: por hurto, en 2013, y tráfico de estupefaciente de 2016.

En tanto, apenas tres minutos después, desde el mismo centro asistencial reportaron el ingreso de Yefferson Rodríguez, quien habría sido herido sobre la avenida 29 con calle 22 de Santander. El hombre también estaba compartiendo con familiares hasta ser atacado con arma de fuego por dos sujetos a pie.

Las dos personas le habrían disparado tres veces, llegó al lugar con una herida en el tórax y dos en el hombro derecho, por la gravedad de las mismas, fue remitido al Hospital Universitario Erasmo Meoz.
Las autoridades ya trabajan para establecer si los responsables de estos hechos serían los mismos sujetos.

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El asesinato de Negrito

Apenas 40 minutos atrás, los disparos se oían en el barrio El Desierto, sobre la avenida 23 con calle 4, Kevin Antonio Reyes Suárez, de 22 años de edad, celebraba con bebidas alcohólicas, momento en el cual llegó un sujeto en una motocicleta negra y le disparó en repetidas ocasiones, para luego darse a la fuga.

Kevin, o Negrito, como era conocido por sus allegados, recibió dos impactos en el tórax, que lo dejaron gravemente herido, sus familiares reaccionaron y trataron de auxiliarlo, trasladándolo al Policlínico de Atalaya, donde finalmente llegó sin signos vitales, perdiendo la vida a sus 22 años.

El joven trabajaba en labores de construcción y los móviles detrás de su homicidio siguen siendo un misterio para las autoridades, que no manejan una hipótesis clara sobre el hecho al cierre de esta edición.

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Nadie vio el asesinato de Javier

Jesús Javier Belisario, venezolano de 22 años de edad, fue una nueva víctima de los ataques a mano armada en motocicleta que parece haberse convertido en el nuevo modo de ofensiva de la criminalidad en Cúcuta.

El joven, se movilizaba a pie por una trocha que comunica el Anillo Vial Oriental con el barrio Virgilio Barco, donde residirían sus padres, por lo que se presume iría a visitarlos, sin embargo, nunca llegó a dicho destino, su camino, al igual que su vida, fue truncado por un victimario, movilizado en motocicleta que le disparó directo a la cabeza para luego darse a la fuga.

Nadie supo, nadie se enteró, nadie vio nada de este suceso ocurrido sobre las nueve de la noche del pasado domingo. El hombre quedó tendido a mitad de este camino de tierra, pasaron minutos hasta que alguien encontró el cuerpo, su sangre había formado un gran charco debajo, comprobaron y en efecto, ya no tenía signos vitales.

Al lugar llegó la Policía, quienes trataron de esclarecer los hechos, sin embargo, la falta de testigos y de cámaras de seguridad en el sector, conocido como Puente Amarillo, complicaron la investigación preliminar.

Pasaron varios minutos hasta que finalmente se pudo establecer la identidad del hombre, quien sería residente del barrio El Salado, donde viviría con su pareja sentimental, con la cual tenían dos hijos, quienes en el Día del Padre, se quedaron sin el suyo.

Se pudo conocer que la víctima trabajaba en Cenabastos, descargando mercancía, según sus allegados era alguien muy amable y trabajador, quien “iba de la casa al trabajo, y de regreso”, en ocasiones compartía algunas cervezas con algunos amigos, pero sin buscarse problemas, por lo que no se explican qué podría haber desencadenado este asesinato a sangre fría.

Los móviles del hecho aún son materia de investigación por parte de las autoridades, que todavía no manejan una hipótesis clara sobre el homicidio.

A la mañana siguiente, la noticia se esparció por la zona, algunos de los residentes cubrieron los rastros de sangre.

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