Un mensaje lanzado el lunes en la noche por Diego Villamizar, defensor de derechos humanos y dirigente del Centro Democrático en la ciudad, a través de su cuenta de Twitter (@villamizarsal), causó gran revuelo porque asegura que entre José Gregorio López Carvajal, alias Becerro, máximo líder de Los Rastrojos en Norte de Santander, y El Iguano, se estaría gestando una alianza criminal que sería muy grave para la región.
Villamizar, consultado por La Opinión, aseguró que una fuente suya que vive en Puerto Santander y que se enteró del encuentro que un grupo de periodistas de este medio tuvo hace unos días con miembros de esta banda criminal, antes, incluso, de que el mismo trascendiera a la opinión pública, le manifestó que Becerro estaría buscando a El Iguano porque los Rastrojos están mal militar y económicamente, y una alianza con este exparamilitar les permitiría oxigenarse, en medio de la guerra a muerte que libran con la guerrilla del Eln.
Si bien Villamizar en su trino no mencionó el nombre de El Iguano, para nadie es un secreto que el único que ha delinquido en la región bajo ese alias es Jorge Iván Laverde Zapata, quien fue comandante del Frente Fronteras de las Autodefensas Unidas de Colombia y se desmovilizó acogiéndose a la Ley de Justicia y Paz. Tras permanecer más de 10 años en la cárcel, Laverde Zapata quedó libre y ha continuado su proceso de reintegración colaborando con las autoridades cuando lo han requerido.
Consultado sobre lo afirmado por Villamizar, Laverde aseguró que es falso y que desconoce de dónde habrá salido dicha información.
“A ese señor (defensor de derechos humanos) no lo conozco y está faltando a la verdad con lo que dice; no sé si lo que quiere es figurar o si le está haciendo el mandado a alguien. Si tiene las pruebas, que las muestre. Desde que me desmovilicé en diciembre de 2004 no he querido saber nada de grupos armados ilegales ni de guerra, ahora mismo solo estoy trabajando por la verdad, la justicia y la paz con las víctimas del conflicto armado, donde participé como integrante de las autodefensas”, indicó el exlíder de las Auc.
El Iguano le señaló a La Opinión que el proceso que viene adelantando lo está haciendo de manera transparente y que les pide a las autoridades de Norte de Santander que investiguen, pues afirma que desde que quedó en libertad condicional, hace tres años, solo ha venido cinco veces a Cúcuta y siempre que lo ha hecho, ha sido bajo vigilancia rigurosa con el permiso que le da el juez que sigue su caso.
“Desde que dejé las armas no tengo contacto con ninguno de esos bandidos. A ese tipo, el Becerro, lo conocí en 2002 o 2003, cuando Juan Carlos Serna, un comerciante de la región que fue asesinado, me lo presentó porque él lo buscó para que le ayudara, pues las autodefensas lo querían matar. En ese entonces Becerro hacía parte de unas bandas delincuenciales; imagínese cuánto lleva ese tipo delinquiendo”, explicó Laverde.
Agregó: “En ese entonces hablé con él y otros comandantes también lo hicieron. Él nos aseguró que no hacía parte de ninguna banda y que se iba a ir de la ciudad, lo que hizo finalmente. Pero una vez nosotros nos desmovilizamos, los rumores fueron que él (Becerro) volvió y se quedó delinquiendo en la región. Lo único que sé de él es lo que leo por redes sociales. Sobre el tema de los Rastrojos sabemos cómo nacieron y quién los fundó; además, se sabe dónde queda su centro de operaciones y todo el daño que le están causando a esa región. Ahora tengo entendido que hay otro grupo que lo está combatiendo y que ellos han recibido apoyo de los Pelusos”.
Para Laverde es claro que muchas personas y grupos están usando su alias o nombre para extorsionar o amenazar. “Creo que hacen eso porque fui un comandante de las autodefensas y provoca miedo. Es más, he sabido que hay oficinas de cobro a mi nombre, pero créanme que yo desde que me desmovilicé no he querido saber nada de grupos ilegales, por eso siempre le he pedido a las autoridades que investiguen todo lo que andan diciendo de mí”.
Cabe resaltar que los Rastrojos llevan más de 15 años dominando la línea fronteriza (unos 20 kilómetros), entre los corregimientos San Faustino y Banco de Arena, pasando por Aguaclara y Puerto Santander. Aunque bandas criminales como el Clan del Golfo y hasta las mismas autoridades colombianas han querido acabarlos, no han sido capaces, pues tienen su refugio en Venezuela.
El Iguano explicó que el dominio de la región que hoy tienen los Rastrajos es muy grande y deja enormes ganancias, pues controlar el contrabando y el paso de drogas por esa zona es muy fructífero y más aún cuando se cuenta con el apoyo de las autoridades del otro país. “Si acá en Colombia no se ponen las pilas y acaban con ese grupo, los muertos, las extorsiones, los secuestros y demás delitos, seguirán ocurriendo tranquilamente”.
“Por esa guerra que se vive por el control de esa zona es que se ven cosas tan terroríficas como las de ahora, cómo es posible que graben videos descuartizando gente, masacrando personas, eso en la época de nosotros no se hacía. Sabemos que ahorita hay como siete bandas con diferentes nombres que quieren dominar zonas como esas. Actualmente el Eln mantiene la guerra con los Rastrojos y eso va a derramar mucha sangre, porque esa banda lo único que trae es muerte y desolación”, manifestó El Iguano.
En el primer trimestre de este año, ese enfrentamiento ha dejado más de 20 muertos en esa parte de la frontera entre Norte de Santander y Venezuela.
La Opinión consultó otras fuentes de manera extraoficial, allegadas a los Rastrojos, y estas aseguraron que es falso que haya una alianza entre el Becerro y El Iguano. “Ellos se odian y donde se vean se matan”. Laverde también contó que el máximo cabecilla de los Rastrojos le asesinó dos familiares, lo que hace aún más improbable que “yo me una a ese bandido”.