Después de 22 años, Florelia Uribe Moreno continúa desaparecida. No existe un lugar en Norte de Santander a donde su familia no haya ido a buscarla, así lo asegura el mayor de sus tres hijos, que para la época que ella se perdió, recién cumplía la mayoría de edad.

Él, a sus 41 años, es quien ha liderado, junto con sus dos hermanas, la incansable lucha por encontrar algún rastro sobre la suerte que corrió su progenitora.

La vieron subirse al bus

El 18 de febrero de 2002, Florelia, de 62 años, se habría subido a una buseta de servicio público en Villa del Rosario, a eso de las 9:30 de la mañana, con destino a Cúcuta, así lo aseguraron algunos vecinos que conocían a la mujer.

Siendo esto lo único certero, sobre la misteriosa desaparición, de hace dos décadas. Florelia Uribe vivía en la calle 1 con 5, del barrio Fátima de Villa del Rosario.

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Extraña desaparición

Aunque Florelia, en esa época sufría de problemas psiquiátricos que requerían de ciertos medicamentos, era una mujer consiente de sus actos y emociones, así lo señaló su hijo.

Como madre cabeza de hogar, se dedicaba al arreglo de manos y pies a domicilio, con eso sostuvo el hogar.

Sin embargo, existe algo sobre su extraña desaparición que siempre les ‘taladra’ la mente, y es que, Florelia, habría puesto una denuncia en contra de un grupo armado que pretendía imponerse en su sector, razón por la que la familia ha considerado que su desaparición obedeció a un hecho premeditado. 

“Ya han pasado muchos años, la hemos buscado por cielo y tierra, hemos hablado directamente con actores armados e incluso detrás de su búsqueda llegamos a Venezuela, pero todo el esfuerzo ha sido en vano” manifestó el mayor de los hijos de la mujer.

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Confusas versiones

La desaparición ha sido un enigma para su familia y para todos los que la conocieron de cerca. Para la época, no existían los recursos tecnológicos de hoy.

Recuerdan que recibían llamadas al número telefónico fijo, donde muchos se aprovechaban de la situación, entregando falsas pistas sobre el lugar en donde se encontraba la mujer.

Incluso, les llegaron a asegurar que habría sido una de las victimas de los hornos crematorios, usado por los paramilitares en el corregimiento de Juan Frío.

Hipótesis que fue descartada, justamente por los mismos excombatientes que con foto en mano, no la reconocieron como una de sus víctimas. 

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Habría muerto

Aunque la esperanza de su regreso no la ha perdido la familia. Actualmente adelantan un proceso judicial para declarar su muerte presunta, indicaron los hijos de la mujer, que seguirán albergando la ilusión de que algún día se revele la verdad detrás de su desaparición y así poder encontrar las respuestas que por tanto tiempo han anhelado.

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