Los dos momentos más tristes del secuestro de los esposos Héctor Julio Sánchez Sánchez y Anayibe Pallares Viloria, han sido las fechas de sus cumpleaños. La pareja, con 47 años de casada, tuvo que pasar estos días especiales en cautiverio, lejos de su familia y sin ninguna muestra de cariño.

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Anayibe cumplió sus 72 años, el jueves 24 de agosto, mientras que Héctor llegó a los 77, el pasado 24 de julio. Sin duda, ambas fechas generaron angustia, tristeza y dolor para los familiares, que en años anteriores se reunían en su casa, en Ocaña, para compartir ese momento.

“Es triste, porque hace un año les celebramos sus cumpleaños. El día que cumplió mi papá tuvimos la esperanza que para el cumpleaños de mi mamá íbamos a tenerlos de vuelta, pero llegó el día y nada”, comentó una hija.

La pareja fue secuestrada el pasado 21 de julio, en el barrio Santa Clara, de Ocaña.

Las semanas que los comerciantes han pasado en cautiverio han representado momentos de tristeza, además de noches de desvelo para sus familiares, por la angustia de saber cómo están los dos ancianos.

Sin embargo, aún siguen con la esperanza intacta de que en cualquier momento reciban la noticia de que sus seres queridos regresaron a la libertad.

El hecho

Según la hija de las víctimas, dos hombres se hicieron pasar por supuestos interesados en comprarle a Héctor y a Anayibe una casa, ubicada en el barrio Santa Clara, por lo que durante varias semanas conversaron con los esposos para fijar una cita y así cumplir su objetivo.

El 21 de julio, a las 10:30 de la mañana, los dos secuestradores llegaron en un carro rojo y se presentaron con la pareja que los invitó a ingresar a la vivienda. Cuando todo parecía normal, uno de los delincuentes sacó un arma e intimidó a los esposos.

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“En ese lugar había una muchacha arrendada, que también fue intimidada. A los tres los encerraron en una habitación. A mi mamá le quitaron el celular, luego les dijeron que no les iba a pasar nada malo”, recordó la hija.

Dos horas después los secuestradores sacaron a la pareja de la habitación y le dieron la orden de que saliera junto con ellos y se montara en el carro rojo.

Según se conoció, los secuestraron tomaron la vía hacia Aguas Claras para dirigirse hacia el Cesar.

Los familiares se enteraron del rapto en el momento en el que los delincuentes comenzaron a llamarlos desde el celular de Anayibe Pallares para que negociaran el dinero de la liberación.

Una marcha por su liberación

Días después del plagio, varios amigos y familiares de la pareja de abuelos salieron a las calles de Ocaña, vestidos con camisetas blancas, globos blancos y pancartas, para exigir su liberación.

“No solamente marcharon por mis papás, también por los otros secuestrados que han habido en Ocaña en lo que va del año, es terrible que en este territorio ocurran estos hechos”, insistió la familiar.

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