Edison Buanerges Lindarte Quintana, alias Tata, estuvo por fuera del radar de las autoridades judiciales desde 2019, cuando lo capturaron por hurto calificado y agravado, siendo enviado a prisión.
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Pero ayer, cuando los investigadores judiciales y peritos forenses se dieron cuenta de que él fue a quien mataron en el barrio Carlos Pizarro, corroboraron lo que les habían asegurado hace unas semanas: él seguía delinquiendo.
Los ‘sabuesos’ de la Sijín al llegar a la esquina de la calle 12BN con avenida 11, de ese sector de la Comuna 6, lo reconocieron de inmediato y se enteraron de que uno de sus compinches le disparó en la cabeza, segundos después de atracar a una pareja que acababa de llegar en una camioneta a una casa de ese sector.
“A este cuento le hace falta un pedazo, porque es raro que los bandidos cometan el hurto y luego entre ellos comiencen a discutir y un delincuente mate al otro. Toca recopilar pruebas para saber qué pasó entre la víctima y el asesino”, sostuvo una fuente judicial.
Se conoció que la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) tenía identificado a Lindarte Quintana, de 30 años, como un presunto atracador que hacía de las suyas con sus cómplices en esa zona.
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Hace tres años, Edison Quintana fue detenido en el barrio Prados del Norte, cerca de un centro comercial, en medio de patrullajes de registro y control, cuando un grupo de policías lo interceptó para identificarlo y así se percató de que tenía una orden de captura.
‘Tata’ era requerido por el Juzgado Penal Municipal con función de control de garantías ambulante desde el 15 de noviembre de 2018, acusado de participar en varios hurtos de motocicletas, mediante la modalidad de halado, pero ayer su ‘carrera’ delincuencial terminó a manos de un compinche.
Discutieron y le dispararon
Esta confusa historia se dio ayer, a las 7:10 de la mañana, luego de que una pareja llegara en una camioneta hasta la casa de un familiar, que queda en la calle 12BN con avenida 10. Cuando la mujer se bajó con su hijo en sus brazos, fue abordada por Edison Lindarte y otros dos hombres que estaban armados.
‘Tata’ iba en una moto negra, de placa venezolana A01Y41A, mientras que los otros dos asaltantes se movilizaban en una Suzuki GN, negra. Según se conoció, los delincuentes amenazaron a la mujer y al pequeño con un arma.
El hombre que estaba dentro de la camioneta abrió una puerta y les entregó a los ladrones tres bolsos en los que había ropa deportiva, dos celulares de alta gama, una tableta y dos billeteras. ‘Tata’ cogió dos morrales, pero cuando se iba a ir en la moto, al parecer, discutió con los otros ladrones.
Según testigos, los delincuentes se quedaron varios segundos parados en la mitad de la calle, pero de un momento a otro, uno de los cómplices de Edison Buanerges sacó un arma y le disparó en la cabeza.
‘Tata’ alcanzó a recorrer unos metros en la moto, pero se desplomó en la esquina y poco a poco fue muriendo bajo la mirada inerte de varios testigos.
En cuestión de segundos, la esquina se llenó de curiosos que observaron la escena del hombre tirado en el piso con el casco puesto; al lado tenía los bolsos que momentos antes se había robado y la motocicleta.
Al sitio llegó la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) y minutos después la pareja sentimental de Lindarte también arribó, protagonizando una escena de llanto y gritos.
“Toca esperar que la señora hable para armar el ‘rompecabezas’ de este crimen, porque sigue siendo extraño. Al parecer, lo atacaron con un revólver, porque en el sitio no quedaron vainillas”, indicó una fuente judicial.