Justicia es lo único que pide la familia de Diana Alejandra Barbosa Tarazona, la mujer que perdió la vida en un ataque armado al interior del Centro Comercial Alejandría, cuando no tenía nada que ver con lo sucedido.
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La ama de casa, de tan solo 27 años, caminaba por este establecimiento comercial con sus dos pequeñas hijas de la mano, una de 7 y la otra de apenas 6 años, buscando ropa para comprar, precisamente por el cumpleaños de una de ellas.
Minutos antes de las seis de la tarde del 4 de junio, dos sujetos llegaron en una motocicleta Suzuki GN negra, con presuntos nexos al grupo delincuencial AK-47, el parrillero desenfundó una pistola Taurus 9 milímetros y abrió fuego, en su mira quedó Diana y Ronald Maniel Montes Contreras, un guarda de seguridad del edificio.
Dos disparos recibió Ronald, vistiendo el uniforme propio de su labor, uno en el abdomen y otro en el rostro, que tuvo orificio de salida. En tanto, Diana, que vestía una camiseta rosada y un yín gris, fue víctima de un solo tiro a la cabeza. Los responsables escaparon en el vehículo, mientras las víctimas cayeron heridas de gravedad sobre el suelo de un local de textiles.
Ambos quedaron tendidos boca abajo, la sangre empezó a emanar y el terror se apoderó de los testigos, entre los cuales estaban las dos hijas de la mujer, quienes fueron resguardadas por la suegra de Diana, y otra mujer, que les bloquearon la visión ante el terrible hecho.
Entre el caos, algunas personas se acercaron al lugar, “¡está vivo, está vivo!”, gritaban, un compañero de labor de Ronald comprobó su estado, y en efecto, tenía signos vitales, lo giraron y trataron de auxiliarlo, mientras tanto la mujer permanecía inmóvil sobre el cemento, aunque todavía con vida.
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De urgencia fueron llevados a la Unidad Básica Loma de Bolívar, para que recibieran atención de urgencia y les brindaran los primeros auxilios, Ronald logró ser estabilizado y posteriormente trasladado al Hospital Universitario Erasmo Meoz para un tratamiento más especializado, donde, a cierre de esta edición, permanece bajo pronóstico reservado.
La fortuna no fue la misma para Diana, quien falleció a los pocos minutos en el centro médico.
Las capturas
Una vez lograron hacer un perfil, varias patrullas policiales identificaron a los presuntos responsables que escapaban, se inició una persecución que terminó en el Canal Bogotá, específicamente bajo el puente Eustorgio Colmenares Baptista.
Allí los señalados fueron arrinconados por la Policía, hubo un breve intercambio de disparos hasta que lograron imponerse y descendieron al canal para apresarlos, y sacarlos esposados del lugar.
Las autoridades se incautaron del arma del crimen, la motocicleta. Tanto los elementos probatorios como los detenidos fueron dejados a disposición de las autoridades competentes para su respectiva judicialización.
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