La alegría con la que los familiares de Miguel Ángel Núñez Páez iniciaron el 2024 se apagó la noche del lunes, luego de que lo asesinaran en la calle 4N con avenida 8, del barrio Sevilla.
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Lo más triste para dos de los allegados de Núñez Páez, quien desde hace unos cuatro años era vigilante informal en ese sector donde lo mataron, es que ellos estaban en una fiesta, a pocos metros del lugar de los hechos, cuando observaron que varias personas se amontonaban frente a un andén y gritaban.
Ellos, alarmados por lo sucedido, decidieron subirse a su moto y, antes de marcharse para su casa, fueron hasta donde la gente se encontraba aglomerada y se dieron cuenta de que se trataba de Miguel Ángel.
El hecho se registró a las 11:30 de la noche, cuando la música en varias casas comenzó a bajarse y las celebraciones se apagaron.
“Nosotros escuchamos que alguien gritó ‘mataron al vigilante’, por lo que presentimos que se podría tratar de nuestro ser querido. Al acercarnos confirmamos que sí era Miguel Ángel. No sabemos por qué lo asesinaron, tampoco si le dispararon mientras dormía”, contó uno de los familiares en medio de las lágrimas.
En ese momento, ellos no pudieron contener las lágrimas y sentir tristeza y dolor, pues les resultaba difícil de creer que la víctima fuera su ser querido.
“Yo no sé si lo mataron por robarle un canguro que él tenía, porque yo me lo encontré hacia las 9:30 de la noche, cerca de mi casa y llevaba dos bolsos: el canguro y un morral, pero en el sitio solo había uno”, señaló el familiar del vigilante informal.
Y añadió que ellos permanecieron quietos por unos minutos, observando el cuerpo de su ser querido, luego reaccionaron y llamaron a otro familiares, quienes se acercaron hasta ese punto de Sevilla para protagonizar una escena de tristeza, en medio de las lágrimas.
A los pocos minutos arribaron hasta la zona varios policías, quienes al confirmar el crimen, les dieron aviso a las unidades de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho), que se encargaron de la inspección técnica y el levantamiento del cadáver.
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En el lugar de los hechos hay dos cámaras de seguridad y los videos están siendo analizados por los miembros de la Brinho para identificar a los responsables del hecho.
Una persona amable
El familiar de Miguel Núñez Páez aseguró que el hombre no se metía con nadie, por el contrario, era conocido en ese barrio por su amabilidad y estar siempre a disposición de la comunidad.
“Él no era de problemas, no vivía en un punto fijo, un día podía quedarse en la casa de un familiar y al otro donde su mamá, que es una señora de edad, quien ha sufrido mucho desde que se enteró del crimen. Él era papá de un niño y una niña”, aseguró el allegado.
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