Como si se tratara de una ‘muerte anunciada’, así fue el ataque sicarial que se presentó sobre la avenida Guaimaral de Cúcuta, en donde un hombre resultó muerto.

Y es que, tal parece, que el día anterior del hecho, la víctima habría recibido una advertencia que terminaron por cumplirle la tarde de ayer.

Afuera de un establecimiento comercial ubicado por la avenida 11E con calle 8E del barrio Guaimaral, quedó una motocicleta Yamaha Bws, blanca y de placa HVE98E, en la que se movilizaba Luciano Velazco Peñaranda.

Le puede interesar: Delincuentes armados atentaron contra la vida del alcalde de Cáchira

A escasos metros, se percibía la sangre y el casco que portaba la víctima en el momento del ataque.

La escena fue acordonada mientras que funcionarios de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) adelantaban la inspección técnica para determinar lo que había sucedido.

Alrededor, una veintena de curiosos comentaba lo insegura que se ha convertido la avenida Guaimaral y sus alrededores, pues no descartaban que se tratara de un robo.

“Esto se ha vuelto invivible, aquí el viernes le pusieron una pistola a una mujer y luego le robaron todo, eso fue cuando estaba comprando en uno de los negocios. Y así se ha venido presentando con más frecuencia”, decía una mujer mientras observaba la trágica escena.

A un costado se encontraban los familiares de la víctima que, poco a poco, se acercaban a averiguar lo que había pasado con su ser querido.

El ataque

Aunque en un principio las mismas autoridades confirmaron que habría sido una mujer la que perpetró el crimen, las pesquisas que adelantaron los investigadores en el lugar revelaron que fue el conductor de la moto el que se encargó de dispararle a Luciano.

Los videos de las cámaras de seguridad evidenciaron el momento exacto en el que Velazco Peñaranda fue atacado a bala.

Eran las 3:25 de la tarde cuando ‘Chano’, como le decían cariñosamente, llegó hasta un establecimiento comercial ubicado en ese punto de la avenida Guaimaral. El hombre parqueó afuera del establecimiento y miraba para todos lados como si estuviese esperando a alguien.

Segundos más tarde, apareció una pareja que se movilizaba en una moto AX 100, azul.

El hombre que conducía iba acompañado de una mujer como parrillera. A la par que reducía la velocidad del automotor, el conductor le disparó en repetidas oportunidades a la víctima para después continuar su trayecto, tranquilamente.

“Al parecer la mujer era la que llevaba el arma y se la pasa al sujeto para que cometa el crimen. Luego él se la acomoda en la pretina y huyen del lugar”, comentó una fuente judicial.

Mientras la pareja escapaba, Chano cayó tendido en el piso, gravemente herido.

Algunos testigos y personas que transitaban por el sector, corrieron a auxiliarlo trasladándolo hasta el Hospital Universitario Erasmo Meoz, sin embargo, el hombre no resistió, pues llegó sin signos vitales.

Tras su identificación, las autoridades confirmaron que no contaba con antecedentes ni anotaciones judiciales, por lo que no se pudo establecer una hipótesis clara sobre el crimen.

Recibió una llamada

Este medio de comunicación pudo conocer que minutos antes del crimen, Luciano Velazco se encontraba en su lugar de trabajo ubicado por el barrio San Eduardo cuando recibió una llamada en donde, al parecer, lo citaban en ese lugar.

Conozca: ¿Fue o no fue un suicidio? La extraña muerte de un preso en la estación policial de El Zulia

Precisamente en las imágenes se alcanza a observar que el hombre llega al sitio acordado, estaciona allí y espera, tal vez, a la persona que lo llamó.

“El número ya quedó en manos de los investigadores que serán los encargados de establecer a quién pertenece. Lo que creemos es que es una persona conocida de la víctima la que lo cita en el lugar, no sabemos si lo puso para los sicarios”, dijo una fuente.

¿Una advertencia?

Se pudo conocer que Chano, de 51 años, trabajaba desde hacía muchos años en un establecimiento comercial de sonidos para vehículos ubicado por la bahía del barrio San Eduardo.

Curiosamente, la noche anterior al ataque sicarial, el negocio fue víctima de disparos en su fachada.

Según la información que le llegó a este medio, un hombre que se movilizaba en una motocicleta, se ubicó frente al sitio y realizó un disparo, como si se tratara de una advertencia.

Sin embargo, las autoridades no le dieron mucha importancia al hecho, pues pensaron que se trataría de un tema relacionado con extorsión.

No fue sino hasta que se presentó el asesinato que se dieron cuenta que había una relación en ambos hechos y no eran simplemente casos aislados.

Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion .