José del Carmen Contreras Gutiérrez estaba tan entretenido con su celular, grabando la salida del cementerio de los carros que acompañaron el sepelio de José Luis Pabón Ojeda, quien fue asesinado el anochecer del jueves, en la Avenida Gran Colombia, justo al frente de un reconocido club social de Cúcuta, que no se dio cuenta de que un grupo de policías se le acercó porque estaba con actitud sospechosa.
Cuando el hombre vio que los uniformados del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) estaban a su lado y le pidieron una requisa, así como su identificación, no tuvo más que hacer caso.
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Pero tremenda sorpresa se llevaron los policías cuando vieron que Contreras Gutiérrez llevaba escondida una granada en su casco de protección para conducir moto. De inmediato el hombre fue detenido y trasladado al Búnker de la Fiscalía.
Allí, los hombres del GOES lo dejaron a disposición de la Fiscalía, por el delito de fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de las fuerzas armadas o explosivos. Un juez lo mandó a prisión.
Iba a cometer un atentado
Pero lo que no se imaginó José del Carmen era que alrededor de él habían varios hombres de inteligencia de la Policía, pues ya tenían información de que Ever Carreño Corredor, alias Porras, y la banda criminal Los AK47 dieron la orden de matar a como diera lugar a alias ‘Pepino’, hijo del asesinado José Luis Pabón.
Y precisamente, José Contreras fue enviado al entierro de Pabón Ojeda para ejecutar la orden y lo que tendría planeado era lanzar la granada, sin importar que hubiese más víctimas inocentes.
‘Porras’ y Los AK47 le declararon la guerra a ‘Pepino’ porque este decidió no seguirles copiando ni pagando el dinero que le exigían para dejarlo delinquir.
Una fuente judicial aseguró que, “lo que nos han dicho es que ‘Pepino’ se les abrió a ellos y quiso seguir solo, por eso es que dieron la orden de matarlo. Esas bandas criminales delinquen de esa forma, quien no esté con ellos está en contra, entonces le hacen la guerra”, comentó una de las fuentes.
Otra granada en el cementerio
Pero ahí no se calmaron las cosas, el domingo en la mañana, algunas personas que se encontraban alrededor de la tumba donde quedó el féretro de José Luis Pabón, hallaron otra granada de fragmentación, por lo que fue necesario desalojar esa parte del cementerio y llamar a los técnicos en explosivos de la Policía.
Las autoridades tratan de establecer si ese artefacto explosivo fue lanzado o si alguien que estaba en el sepelio la llevaba y al ver que había policías, la dejó tirada para evitar ser capturado.
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