El pistolero que acabó con la vida de Deninxon Alexander Caicedo Quintero, la noche del martes, no quería dejar ningún rastro. Por eso, se bajó de la motocicleta en la que se movilizaba e ingresó a la barbería donde estaba su objetivo. Sin quitarse el casco de protección y ocultando su rostro con un pasamontañas, disparó con sevicia contra la víctima.

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Al temible homicida no le importó ni siquiera que en el lugar estuvieran algunos niños, entre estos, el hijo de Caicedo. Justamente por esta frialdad, un niño de 2 años, resultó herido con un impacto en la cara, siendo remitido al Hospital Universitario Erasmo Meoz. 

El cadáver de Caicedo quedó tendido dentro de la barbería, con al menos once impactos de bala: en cabeza, cara, pecho y un brazo. El crimen ocurrió en la calle 25 con avenida 7 del barrio Santo Domingo.

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A las 6:00 de la tarde, cuando Deninxon Alexander se estaba cortando el cabello, a pocos metros de donde vivía, el agresor entró con la decisión de asesinarlo sin darle oportunidad de reaccionar. Luego de cumplir con su objetivo, salió del establecimiento, se subió a una moto, marca Boxer, negra, y huyó.

De inmediato, el lugar se transformó en momentos de pánico y desespero, mientras que el menor de edad era auxiliado para llevarlo al centro médico.

Mientras tanto, los habitantes alertaron a la Policía Metropolitana de Cúcuta para que acudieran al lugar. Miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) se encargaron de la inspección y del levantamiento.

Un vecino aseguró que la barbería donde ocurrió el asesinato es frecuentada por muchos clientes y precisamente, el martes, en medio de la celebración de Halloween hubo bastante presencia de personas, lo que ayudó al homicida a escabullirse. 

¿Quién era?

Aunque los familiares de Caicedo se abstuvieron de entregar declaraciones, se pudo conocer que él se dedicaba a vender zapatos a través de las redes sociales.

Asimismo, no se tiene conocimiento de problemas o amenazas en su contra, por lo que las autoridades tendrán que avanzar de manera rigurosa en las investigaciones para determinar qué motivó el crimen.

Santo Domingo ha sido históricamente afectado por el microtráfico y la presencia de bandas delincuenciales que ostentan su poder criminal a través de sangre y fuego.

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