El asesinato del prestamista Didier Andrés Quintero Suárez, ocurrido el pasado 7 de diciembre en lo que inicialmente parecía ser un intento de hurto en el barrio Toledo Plata, puso en alerta a las autoridades, quienes de inmediato comenzaron a acelerar las investigaciones para esclarecer el caso.

Las cámaras de seguridad y las entrevistas realizadas en el lugar de los hechos fueron piezas clave para identificar las características del responsable y el vehículo en el que se movilizaba.

Según lo recopilado, el agresor era un hombre de contextura delgada, piel trigueña, que vestía un buzo blanco, bluyín y casco negro. Además, utilizaba una motocicleta Pulsar 135, blanca.

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Con estos datos, los uniformados del Modelo Nacional de Vigilancia por Cuadrantes adscritas al Distrito Dos, desplegaron una búsqueda exhaustiva en la zona, vigilando cada punto estratégico donde podría aparecer alguien con esa descripción.

No fue sino hasta las 11:30 de la noche de ese mismo día que las autoridades recibieron una alerta: un hombre con las mismas características estaba circulando por la avenida Las Américas.

Al llegar al lugar, confirmaron que las placas de la motocicleta que conducía no coincidían con el vehículo, lo que llevó a su captura por el delito de falsedad marcaria.

Sin embargo, las investigaciones por el asesinato de Didier Andrés no se detuvieron. Tras un análisis detallado de las pruebas, incluidas las grabaciones de las cámaras y otros elementos recopilados, los investigadores comenzaron a relacionar al capturado, Alberto José Suárez Linarez, con el homicidio.

Las similitudes entre las características del hombre detenido y las del agresor registrado en los videos fueron decisivas para que las autoridades solicitaran una orden judicial en su contra.

El domingo, dicha orden fue ejecutada, y Suárez Linarez fue presentado ante la Fiscalía por el delito de homicidio. Al cierre de esta edición permanecía bajo custodia a la espera de que se defina su situación jurídica.

¿Fue hurto?

En un principio, todo indicaba que el asesinato de Didier Andrés había sido el resultado de un hurto ocurrido mientras la víctima, en compañía de otro hombre, esperaba el pago de un cliente frente a una vivienda.

Sin embargo, el curso de las investigaciones comenzó a revelar un escenario completamente diferente. De acuerdo con las indagaciones, el capturado sería un sicario a sueldo contratado para ejecutar el homicidio.

Las autoridades manejan la hipótesis de que el autor intelectual del crimen dio la orden debido a una deuda económica. Ante la negativa de saldar el compromiso, habría optado por planear el asesinato para resolver el conflicto.

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