Tomar la mano de una mujer y decirle unas palabras antes de entrar a un orinal fueron las últimas acciones de Richard Vergel Barbosa antes de que fuera ultimado al interior de un establecimiento comercial dedicado al juego de billar.
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El reloj marcaba las 7:50 de la noche del pasado sábado 26 de abril, en el barrio La Laguna, de la ciudadela Juan Atalaya de Cúcuta, específicamente en la avenida 2 con calle 13A, un local esquinero, en el que, como era frecuente, estaba bastante concurrido por ser fin de semana.
Adentro, Vergel, de suéter blanco, pantaloneta de bluyín y unos tenis negros, un cliente habitual, jugaba algunas partidas con conocidos, mientras consumía algunas cervezas, las mismas que lo hicieron ir al baño. En el camino, a escasos metros del baño, se detuvo a conversar con una mujer, a la que le dio la mano, ella negó con la cabeza, Vergel la dejó y entró al que sería su destino final.
De lo que se haya dicho en esa conversación solo lo sabe la mujer, y un hombre que estaba en la cercanía. Apenas Vergel entró al baño y cerró la puerta, apareció un hombre de cabello oscuro, con un suéter multicolor y un pantalón, quien conversó con la misma mujer, ella le apuntó hacia el baño y se giró.
A sus espaldas, el hombre sacó un arma de fuego, de su pantalón, se paró de puntillas y subió la mano por encima de la puerta, disparando hacia el interior, apuntando sin ver directamente a su víctima.
Acto seguido, huyó, y la puerta se abrió con la cabeza de Vergel desplomándose sobre el suelo y los hilos de sangre empezaron a formar un charco sobre las baldosas blancas.
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Trabajadores, otros clientes y la comunidad se congregaron alrededor para ver lo sucedido, el hombre tendido había recibido dos impactos de bala, y aunque perdía sangre rápidamente, aún tenía signos vitales.
De inmediato las autoridades fueron alertadas, uniformados de la Policía Metropolitana de Cúcuta arribaron con prontitud y ante la emergencia de la situación, según cuenta la comunidad, lo subieron a una motocicleta y entre dos agentes lo llevaron hasta un centro asistencial en el barrio Comuneros.
Luego de brindarle atención temprana, por la gravedad de las heridas fue remitido al Hospital Erasmo Meoz, donde, terminó perdiendo la vida.
Los móviles de este ataque aún son materia de estudio. Horas después de lo sucedido las autoridades adelantaron las investigaciones con la revisión de cámaras de seguridad del establecimiento que grabaron todo lo sucedido, así como la cara del responsable.
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