La población de Naranjales, en el municipio Fernandez Feo, al sur del estado Táchira, sería el escenario de al menos dos reuniones entre integrantes del décimo frente de las Farc, el Frente Bolivariano de Liberación (FBL) y representantes de Nicolás Maduro, para restablecer acuerdos que permitan llegar a un cese al fuego en Apure.
La afirmación corresponde a Javier Tarazona, director general de la ONG FundaRedes, organización que viene haciendo seguimiento al conflicto que este 21 de abril cumplió un mes de hostilidades y que ha generado el desplazamiento de unos 7 mil venezolanos a tierras colombianas.
Según el vocero, en total serían tres las reuniones entre representantes de Nicolás Maduro y miembros del frente décimo de las FARC, en busca de un acuerdo para lograr el cese al fuego. “La primera reunión fue en El Nula (Apure) y dos más se dieron en un hotel en la zona de Naranjales, municipio Fernández Feo del estado Táchira”, enfatizó Tarazona al tiempo de señalar que los encuentros aún no habrían arrojado resultados positivos.
Los conflictos dejan hasta ahora un saldo de 8 militares fallecidos, 5 civiles víctimas de presuntas ejecuciones extrajudiciales 32 personas detenidas y una cantidad indeterminada de heridos que incluye al menos 17 efectivos militares. Además del desplazamiento forzado de miles de familias.
Durante un foro virtual transmitido este miércoles, la FundaRedes ofreció testimonios de víctimas de desplazamiento, detenciones arbitrarias, desaparición y asesinato de familiares. “Willy” uno de lños entrevistados, relató que al momento de salir de La Victoria, población Apureña epicentro del conflicto, él junto a un grupo de vecinos y familiares fueron interceptados por militares que les retuvieron durante varias horas, sometidos a tratos crueles e inhumanos. “A los niños les apuntaron con sus fusiles”, dijo. Su hija menor tiene apenas tres años de edad.
Desde la población de Arauquita, la directora de FundaRedes en Colombia, Clara Ramírez, describió la situación que viven las familias que se han desplazado a la zona a raíz del conflicto. “Los alimentos no les han faltado, gracias a la acción coordinada de las autoridades locales, el gobierno colombiano y los organismos internacionales”, dijo al tiempo de acotar que a los 5.700 venezolanos acogidos en refugios temporales, debe sumarse una cantidad aún incierta de personas que continuaron camino hacia otras poblaciones como Arauca y Saravena y a quienes se han refugiado en casa de familiares y amigos.
Según la organización, las confrontaciones han dado pie a múltiples atropellos y violaciones de derechos humanos que incluyen allanamientos ilegales, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes, desplazamiento de comunidades indígenas, desplazamiento forzado, minas antipersonales, amenazas y hostigamientos a defensores de derechos humanos, amenazas y hostigamientos a periodistas.