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El excandidato presidencial demócrata John Edwards se declaró el viernes
no culpable de las acusaciones de utilizar 900.000 dólares de fondos de
su campaña para esconder una relación extramarital con una productora
cinematográfica, con la que tuvo un hijo.
El excandidato presidencial demócrata John Edwards se declaró el viernes no culpable de las acusaciones de utilizar 900.000 dólares de fondos de su campaña para esconder una relación extramarital con una productora cinematográfica, con la que tuvo un hijo.
Edwards, de 57 años, se enfrenta a una acusación de seis cargos “por su presunta participación en un plan que viola las leyes federales de financiamiento de campañas”, dijo el Departamento de Justicia en un comunicado.
El exsenador afirmó su inocencia al abandonar la corte en Winston-Salem, en Carolina del Norte.
“No violé la ley y ni siquiera pensé nunca que estaba infringiendo la ley”, dijo Edwards, que iba acompañado de su hija mayor, Cate.
Los cargos, listos tras dos años de investigaciones, implican cientos de miles de dólares procedentes de dos donaciones millonarias que Edwards presuntamente usó para pagarle la vivienda a su amante, Rielle Hunter, con quien tuvo un hijo.
Edwards reconoció haber cometido errores pero dijo que no llegaron a ser crímenes.
“No hay duda de que hice mal y asumo la plena responsabilidad por haber obrado mal y lamentaré durante el resto de mi vida la pena y el daño que he causado a otros”, dijo a la salida de la corte, aunque no respondió a las preguntas de los periodistas.
Durante su candidatura en 2008, Edwards habría aceptado “más de 900.000 dólares en un esfuerzo por ocultar a la opinión pública hechos que creía que perjudicarían su candidatura”, dijo el asistente del Fiscal General, Lanny Breuer, de la división criminal del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
El exsenador entregó su pasaporte y le fue ordenado permanecer en el país, aunque no tuvo que depositar una fianza.
El caso se basa en gran medida en Andrew Young, excolaborador cercano de Edwards, quien inicialmente dijo ser el padre del niño para que el político pudiera continuar su carrera hacia la Casa Blanca en 2008.
Poco después escribió un libro contando los pormenores del romance, en el que detalló el costoso y elaborado esfuerzo para evitar que se hiciera público. También testificó ante un gran jurado de Carolina del Norte.
Joven y convincente abogado, convertido en senador por Carolina del Norte, Edwards buscó la nominación del Partido Demócrata a la presidencia en 2004 y 2008. En 2004, fue compañero de fórmula del demócrata John Kerry, pero ambos fueron derrotados por George W. Bush, quien era candidato a la reelección.
Edwards era rico, tenía una familia modelo -una mujer a la que declaraba amar y cuatro hijos, uno de los cuales murió en un accidente de automóvil cuando era adolescente- y parecía destinado a ser una voz líder en el Partido Demócrata.
Su esposa Elizabeth, abogada y activista, se hizo popular cuando se hizo pública su lucha contra el cáncer de mama. La mujer tuvo un papel fundamental en la campaña presidencial de Edwards en 2008, pero murió en diciembre a los 61 años, después de lidiar en secreto durante años con la infidelidad de su marido.
Admitió la relación extramatrimonial en agosto de 2008, después de finalizar su campaña, pero no reconoció ser el padre del niño hasta enero de 2010.
Edwards fue acusado de un cargo de conspiración para violar las leyes federales de financiamiento de campañas y mentir sobre los gastos a la agencia federal de vigilancia de campañas; cuatro cargos de recibir y aceptar contribuciones ilegales a la campaña de dos donantes en 2007 y 2008; y de un cargo de ocultar esas donaciones ilegales a las autoridades federales.
Si es declarado culpable, Edwards se enfrenta a hasta cinco años de prisión y una multa de 250.000 dólares por el cargo conspiración; hasta cinco años y 250.000 dólares de multa por aceptar y recibir contribuciones de campaña ilegales; y un máximo de cinco años de prisión y 250.000 dólares de multa por el delito de ocultar las donaciones ilegales.
Edwards, de 57 años, se enfrenta a una acusación de seis cargos “por su presunta participación en un plan que viola las leyes federales de financiamiento de campañas”, dijo el Departamento de Justicia en un comunicado.
El exsenador afirmó su inocencia al abandonar la corte en Winston-Salem, en Carolina del Norte.
“No violé la ley y ni siquiera pensé nunca que estaba infringiendo la ley”, dijo Edwards, que iba acompañado de su hija mayor, Cate.
Los cargos, listos tras dos años de investigaciones, implican cientos de miles de dólares procedentes de dos donaciones millonarias que Edwards presuntamente usó para pagarle la vivienda a su amante, Rielle Hunter, con quien tuvo un hijo.
Edwards reconoció haber cometido errores pero dijo que no llegaron a ser crímenes.
“No hay duda de que hice mal y asumo la plena responsabilidad por haber obrado mal y lamentaré durante el resto de mi vida la pena y el daño que he causado a otros”, dijo a la salida de la corte, aunque no respondió a las preguntas de los periodistas.
Durante su candidatura en 2008, Edwards habría aceptado “más de 900.000 dólares en un esfuerzo por ocultar a la opinión pública hechos que creía que perjudicarían su candidatura”, dijo el asistente del Fiscal General, Lanny Breuer, de la división criminal del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
El exsenador entregó su pasaporte y le fue ordenado permanecer en el país, aunque no tuvo que depositar una fianza.
El caso se basa en gran medida en Andrew Young, excolaborador cercano de Edwards, quien inicialmente dijo ser el padre del niño para que el político pudiera continuar su carrera hacia la Casa Blanca en 2008.
Poco después escribió un libro contando los pormenores del romance, en el que detalló el costoso y elaborado esfuerzo para evitar que se hiciera público. También testificó ante un gran jurado de Carolina del Norte.
Joven y convincente abogado, convertido en senador por Carolina del Norte, Edwards buscó la nominación del Partido Demócrata a la presidencia en 2004 y 2008. En 2004, fue compañero de fórmula del demócrata John Kerry, pero ambos fueron derrotados por George W. Bush, quien era candidato a la reelección.
Edwards era rico, tenía una familia modelo -una mujer a la que declaraba amar y cuatro hijos, uno de los cuales murió en un accidente de automóvil cuando era adolescente- y parecía destinado a ser una voz líder en el Partido Demócrata.
Su esposa Elizabeth, abogada y activista, se hizo popular cuando se hizo pública su lucha contra el cáncer de mama. La mujer tuvo un papel fundamental en la campaña presidencial de Edwards en 2008, pero murió en diciembre a los 61 años, después de lidiar en secreto durante años con la infidelidad de su marido.
Admitió la relación extramatrimonial en agosto de 2008, después de finalizar su campaña, pero no reconoció ser el padre del niño hasta enero de 2010.
Edwards fue acusado de un cargo de conspiración para violar las leyes federales de financiamiento de campañas y mentir sobre los gastos a la agencia federal de vigilancia de campañas; cuatro cargos de recibir y aceptar contribuciones ilegales a la campaña de dos donantes en 2007 y 2008; y de un cargo de ocultar esas donaciones ilegales a las autoridades federales.
Si es declarado culpable, Edwards se enfrenta a hasta cinco años de prisión y una multa de 250.000 dólares por el cargo conspiración; hasta cinco años y 250.000 dólares de multa por aceptar y recibir contribuciones de campaña ilegales; y un máximo de cinco años de prisión y 250.000 dólares de multa por el delito de ocultar las donaciones ilegales.