Mientras que las cifras en rating no llegan a los dos dígitos en la televisión abierta nacional, y los espacios para este tipo de producciones se alejan de los horarios estelares de la noche, otra historia viven las telenovelas colombianas en las plataformas digitales.

Pero esto parece no preocupar a las productoras nacionales, apoyadas por las grandes plataformas de streaming que son las que ahora dictan qué, cómo, cuándo y dónde se produce un nuevo melodrama. Quizás es la razón por la cual existen producciones ya grabadas que deben esperar años para poder ser estrenadas.

La estrategia multiplataforma parece que está funcionando muy bien, por ahora, vale recordar que al inicio de este año los canales privados nacionales lanzaron sus propias plataformas de streaming, y desde allí, ofrecer su señal en directo, un amplio archivo de sus mejores producciones y contenido exclusivo. Todo esto, con acceso gratuito para los usuarios.

El estreno este año de la remake de ‘Nuevo rico, nuevo pobre’, telenovela propiedad de Caracol TV, marcó que la tendencia de consumo crece. Debutó en televisión tradicional en febrero, llegando luego a Netflix para el resto de Latinoamérica a partir del 21 de mayo.

En promedio, cada uno de los 61 capítulos alcanzó 3,2 millones de hogares colombianos en TV tradicional, emitida a las 9:30 p.m. de lunes a viernes, y unos 300 mil en live streaming, acumulando un total de 8.500 millones de minutos consumidos. El 95% de este consumo provino de la TV tradicional.

Así lo señala un estudio de Audiencias Latinoamérica (ALA), la compañía latinoamericana que ofrece una métrica integral 360°, que combina información de audiencias lineales y no lineales, incluyendo servicios de streaming. Esto muestra una visión más detallada y precisa del consumo real de contenidos.

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Este enfoque no solo maximiza el alcance de los contenidos, sino que también se adapta a los hábitos de una audiencia cada vez más fragmentada. El reciente análisis de ALA, con soporte de datos de SoDA by Digital i y Fabric Data, revela cómo la combinación de pantallas está redefiniendo el éxito de las producciones nacionales en Colombia.

En la medición tradicional de rating de la televisión abierta nacional, producciones como ‘Nuevo Rico, Nuevo Pobre’, no lograron llegar a los dos dígitos de teleaudiencia, y mucho menos a producciones como ‘Rojo Carmesí’, que fue publicitada como una idea original del fallecido Fernando Gaitán, y tampoco con ‘Escupiré sobre sus tumbas’, pero con las mediciones integrales, al parecer, el éxito ahora está en lo que ocurra en las plataformas de streaming.

La industria de las telenovelas colombianas está consolidando así su potencial a partir de la distribución híbrida, lo cual permite que los contenidos lleguen también a otras latitudes en Latinoamérica y el resto del mundo.

‘Rojo Carmesí’ no logró ni la mitad de lo que esperaba el Canal RCN cuando la estreno en el mes de abril de 2024, y si nos guiamos por sólo esos resultados, fue un rotundo fracaso. Sin embargo, tiempo después fue estrenada en Netflix, seis meses después, donde alcanzó 188 millones de visualizaciones en América Latina y 6.000 millones de minutos de visionado. Colombia, epicentro de este fenómeno, aportó el 75% del consumo total.

El televidente colombiano sí quiere ver producciones colombianas, pero cada vez menos, de la forma tradicional. Las plataformas les permite ser dueño absoluto de su tiempo, poder ver lo que quieren, a la hora que lo desean y sin los  largos segmentos de publicidad, que puede llegar a un 20% por hora de emisión en la señal tradicional de televisión.

Otro de los casos recientes fue ‘Escupiré sobre sus tumbas’, de Caracol TV, que según las mediciones tradicionales del rating, no tuvo números destacados durante su emisión diaria, en las noches de lunes a viernes, pero al llegar a Netflix, cuatro meses después de su estreno en octubre de 2024, acumuló 290 millones de visualizaciones y 9.800 millones de minutos vistos, con un 80% del consumo concentrado en Colombia.

Sin embargo, mediciones como la propuesta por Ala, parece contar otra historia, donde la televisión lineal fue la principal fuente de teleaudiencia, aportando cerca del 70% del volumen total.

“Si bien la televisión lineal demuestra una capacidad superior para atraer un mayor volumen de espectadores y retenerlos hasta el final de la serie, las plataformas on demand logran una audiencia más comprometida”, explicó Camila Sofía Rojel, Chief Analytics Officer de ALA.

La experta explicó que la distribución en Netflix significó un incremento del 30% en el consumo inicial del contenido para ambas novelas. Esto evidencia cómo la integración con plataformas on demand no solo extiende la vida útil de las producciones, sino que también amplifica significativamente su impacto gracias a su proyección regional.

Un dato clave aportado por Fabric Data es que, en Colombia, uno de cada cuatro usuarios de Netflix no cuenta con un servicio de TV paga. Esta situación subraya la importancia de una medición 360°, que permite dimensionar con mayor precisión el alcance real al incluir todos los puntos de contacto con las audiencias.

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