A doce años, es decir para desarrollarse en tres administraciones seguidas, y con una inversión total calculada en 700.000 millones de pesos está prevista la ejecución del tan esperado sistema de transporte urbano en el área metropolitana de Cúcuta.

Si bien el alcalde Jairo Yáñez no alcanzó a iniciar la ejecución del proyecto, sí deja el camino expedito con un estudio completo, a fase III, que se contrató con Findeter y la unión Temporal Cal y Mayor – Deloitte, fue la precisión que hizo el actual gerente del Área Metropolitana, Miguel Peñaranda.

Están muy bien las explicaciones que el funcionario hiciera en declaraciones a La Opinión, que permitieron despejar muchas dudas, aunque habrá que esperarse hasta que todo arranque, porque mucho se hablado y nada se ha concretado para mejorar este servicio en la capital de Norte de Santander.

Aquí hay algo que  debe tenerse en cuenta a manera de punto de referencia para ver si todo se cumple o se queda en meros enunciados, como es que de aquí al 2036 este nuevo sistema que tendría buses eléctricos ya prácticamente esté rodando por estas calles.

Habrá que esperar qué harán realmente el alcalde electo, Jorge Acevedo,  y sus colegas metropolitanos, en cuanto a  la aprobación del plan y la constitución de las vigencias futuras para asegurar los dineros que permitan dar el salto hacia la modernización del parque automotor de transporte urbano de pasajeros.

En enero, cuando asuman, resultaría de la mayor trascendencia que ellos indiquen la ruta a seguir, puesto que por el momento lo que se sabe es lo dicho por Peñaranda, que muestra una expectativa positiva en torno a este plan que anhelan los cucuteños para lograr una mejor movilidad.

Al menos en esta ocasión ya se sabe que el sistema operaría por el esquema  zonas  en Villa del Rosario, Los Patios, La Libertad, Atalaya, las comunas cinco y seis, en el norte, y el centro.

Igualmente, de acuerdo con lo expuesto por Peñaranda, las actuales empresas transportadoras locales jugarán un papel de primer orden, puesto que actuarán  como operadoras de cada una de esas cuencas.

Dichas precisiones aclaran el panorama y despejan dudas valederas, puesto que lógicamente no podrían dejarse por fuera o relegadas a una posición secundaria las empresas que  desde hace mucho tiempo han estado prestando el servicio en la región.

¿Y cómo serán los vehículos en que se irían a transportar los habitantes de esta zona metropolitana? Pues de acuerdo con lo estipulado en el programa que cuenta con el respaldo de Findeter, las rutas serían atendidas por buses eléctricos.

Es decir, sería un salto hacia la completa modernización tecnológica del actual modelo de transporte urbano, que dejaría de contaminar, con  capacidad cada uno de hasta 50 pasajeros que atenderán las rutas principales, mientras que en los barrios  estarán los  automotores alimentadores.

“Cúcuta no contará con un sistema masivo, Cúcuta no tendrá troncales, pero sí va a contar con unas vías prioritarias, no exclusivas. Solo en el centro de la ciudad van a existir dos carriles exclusivos, no vías”, fue lo que aclaró también Peñaranda, puesto que muchos de esos modelos en otras  ciudades no dieron resultado por cuestiones financieras y técnicas.

Todos estos detalles son bueno ponerlos en la mesa, mientras que por la ciudad hoy circula uno de esos buses eléctricos, que puede tomarse como un indicio claro de  que muy probablemente al fin la capital de Norte de Santander y los municipios vecinos entrarán en otra fase para llevar a sus habitantes a la casa, al estudio o al hogar.