La resolución resuelve que el impuesto a la gasolina corriente se liquidará a $762,39 por galón, el de la gasolina extra a $1.446,98 por galón, y el del diésel en $729,71 por galón.
En ese orden, y según información de la Dian, esos valores subirían alrededor del 5,2% (este fue el valor de IPC en 2024), ya que para 2024 ese impuesto se fijó así: gasolina extra $724,70 por galón; gasolina extra en $1.375,46; y del Acpm en $693,65.
Estos cambios buscan actualizar las bases gravables de acuerdo con la ley vigente y reflejar los costos ambientales asociados al uso de combustibles fósiles. Además, se han establecido tarifas específicas para otros combustibles como el carbón, el fuel oil, el jet fuel, el kerosene y el gas licuado de petróleo.
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Camioneros llaman a continuar los diálogos
La cuestión es que ese aumento en los impuestos podría golpear el precio de dichos combustibles para el consumidor final: que para el galón de la gasolina corriente oscila en un promedio $15.577 y el del diésel en $10.248.
La ACC manifestó su descontento con la resolución. El gremio argumentó que el Gobierno les está incumpliendo lo acordado en septiembre del año pasado, cuando conversaron con el Ejecutivo para levantar el paro.
Resaltó que ese parte de esos acuerdo son: no subir los aranceles que inciden en el hurto de vehículos y repuestos. No alzar el precio del Acpm.
Los transportadores piden con urgencia una reunión de los equipos técnicos para avanzar en la mesa de negociación, que a la fecha están frenadas. La preocupación de los camioneros es que con la salida de María Constanza García, ministra de Transporte, quien renunció a su cargo, se pierda el avance en las conversaciones.
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