Un año después de la entrada en vigencia de la primera reforma tributaria del gobierno de Gustavo Petro, el mismo presidente plantea la necesidad de analizar su impacto y propuso una modificación a esa norma convertida en la Ley 2267 de 2022.
El jefe de Estado busca bajar de 35% a 30% el impuesto a las sociedades (renta corporativa) y aumentar ese tributo a las personas naturales de mayores ingresos, o sea, a los propietarios de las empresas.
De acuerdo con expertos entrevistados por La Opinión, entre ellos Henry Amorocho Moreno, profesor de Hacienda Pública, Tributación y Presupuesto de la Universidad del Rosario, esta propuesta ya se planteó en la reforma de 2022, pero el Congreso no la aprobó.
Sin embargo, precisó que en este momento, en el que el alza del salario mínimo fue de 12%, es decir, 2,5 puntos porcentuales por encima de lo que sería la inflación del año pasado, da entender que puede ser una medida compensatoria para las empresas, la cual, “desde luego, es una noticia muy buena”.
“En economía no hay un almuerzo gratis, entonces hay que buscar un contrapeso y equilibrio, por eso quieren incrementar la contribución de las personas naturales”, afirmó Amorocho.
El experto señaló que el Gobierno pretende separar lo que genera riqueza de lo que ocasiona gasto, porque hay bienes dentro del patrimonio de las personas jurídicas que son de las personas naturales.
El director del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, Oliver Pardo, destacó que, aunque aún no se conoce algún documento técnico de esa propuesta, es viable disminuir la carga tributaria de las personas, siempre y cuando se le incremente a las personas naturales, porque la reducción representa una caída en el recaudo.
¿Cómo beneficia a Norte de Santander?
El economista Oliver Pardo manifestó que la medida beneficiará a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipyme), que en Norte de Santander corresponden al 94% de las organizaciones.
El docente en Tributación Henry Amorocho también concordó en este punto de vista, agregando que las más favorecidas serán las sociedades nuevas, porque entrarían a operar con una menor tarifa en renta.
El presidente de la Junta Directiva nacional de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), Jairo Pulecio Franco, recordó que, en el pasado, hubo un comité de sabios que se encargó de elaborar una reforma tributaria estructural, la cual planteaba un equilibrio en el recaudo de personas naturales y empresas.
“A diferencia del resto de países de la OCDE, en Colombia, más del 80% del recaudo se hace a través de las sociedades. Mientras que las personas naturales aportan muy poco, cuando, quienes son dueños de las sociedades somos las personas. Creemos que deberían tributar más las personas -naturales- que las sociedades”, resaltó.
Pulecio dijo que, si se permite que las empresas tributen menos, se podría generar más empleo en el país. Y si se hace que los dueños de las empresas contribuyan más, crecerá el recaudo; de esta manera se daría un equilibrio.
El dato
Un estudio del Consejo Privado de Competitividad (CPC) sobre la tributación, con base en datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de 2017, reflejó que los impuestos directos no son predominantes en la estructura tributaria del país y recaen mayoritariamente sobre las personas jurídicas.
Así, el 30,3% del recaudo de impuestos directos del promedio de las naciones de la OCDE provino de las empresas. En Colombia, ese indicador fue del 80,2%.