El “agresivo plan” del alcalde de Cúcuta, Jorge Acevedo, para recuperar las vías debe contemplar el uso de adoquines y ladrillos de las fábricas del área metropolitana. 

Esta sugerencia la hizo Pro Cúcuta, argumentando que si se aprovechan esos materiales con creatividad artística en sitios dignos de mostrar, como estrategia para convertir a la ciudad en destino, una de las metas del mandatario, “no solo puede hacer milagros económicos, también  turísticos”.

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El presidente de la organización civil, Antonio Ríos, afirmó que la arcillera es una importante industria generadora de empleo, la cual viene en una constante transformación tecnológica con la ayuda del Centro de Investigación en Materiales Cerámicos (CIMAC) de la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS), para la implementación de procesos de producción más limpios.

Ríos indicó que los alcaldes de Cúcuta y de municipios circunvecinos deben pedir a sus arquitectos considerar el uso de productos de arcilla también en los programas de vivienda rural y otros proyectos.

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Induarcilla busca acercamientos

La presidenta de la Asociación de Industriales de la Arcilla, Johana Navarro, indicó que, aunque no ha hablado directamente con el mandatario, sí lo ha hecho con su secretario de Desarrollo Social, Leonel Rodríguez, sobre las actividades que desarrolla el sector, sus necesidades y el enfoque de transformación tecnológica que vienen buscando desde hace años, que los acerque a su compromiso ambiental.

“Se pudo conocer cuáles son las líneas de acción que tienen alcalde Acevedo. Planeamos una cita con él, todavía no se ha dado, para hacer un acercamiento con las secretarías de Vivienda e Infraestructura, con el fin de analizar los proyectos que están pensando, para que los diseñadores, arquitectos e ingenieros tengan a la mano información de los productos de nuestra industria”, indicó Navarro.

La líder gremial expresó que el propósito es entender un poco más cómo pueden cooperar en el desarrollo del municipio, con el objeto de que los productos arcilleros sean empleados; incluso, que la Gobernación también los tenga en mente para megaobras, por ejemplo: el Centro de Convenciones y el Centro de Eventos, Exposiciones e Innovación.

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“Queremos una ciudad de arcilla como se ve Medellín y Bogotá, porque vemos una ciudad blanca. Ver la manera de que las constructoras empiecen a promover su uso. De hecho, he propuesto implementar incentivos, como el de La Paz (Bolivia), en donde se promueve el uso de la arcilla, porque muchas fachadas de las viviendas están en ladrillo limpio, con descuentos a los propietarios en el pago de su impuesto predial”.

Navarro resaltó que, igualmente, este año Induarcilla ejecuta un plan de formación para mamposteros, luego del piloto realizado en 2023, para procurar la existencia de mano de obra calificada en el sector construcción.

De esta manera, no habrá dificultad en trabajar con los materiales y esos maestros de obra sabrán usar e instalar un ladrillo estructural, un piso, una fachaleta, entre otros.

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