En solo dos años, la tarjeta de débito reemplazó al dinero en efectivo como el método de pago preferido por los latinoamericanos, mientras que las billeteras digitales también han ganado terreno, especialmente en Argentina, Colombia, Panamá y Perú, lo que representa buenas oportunidades para las instituciones financieras.
Estos son algunos de los hallazgos de dos encuestas sobre medios de pago realizadas en 2021 y 2023 por la consultora McKinsey & Company, a más de 15.000 personas en países latinoamericanos de habla hispana.
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La preferencia por las tarjetas y por las billeteras digitales por encima del dinero en efectivo no deja de ser sorprendente, teniendo en cuenta que Latinoamérica es una región en la cual predomina el uso del dinero físico y en la que el empleo informal es predominante en sus economías.
En Colombia, por ejemplo, según un informe de Colombia Fintech, para 2022 el 76% de la población activa en el sector financiero ya utilizaba soluciones fintech, siendo las de crédito digital y pagos digitales las de mayor participación con un 59,53%, lo cual muestra el interés de más personas por acceder y aprovechar las ventajas que ofrecen estas soluciones.
La popularidad de los pagos sin efectivo indica que hay un amplio espacio para el crecimiento, lo cual representa buenas oportunidades para bancos y otras empresas de servicios financieros.
Además, este potencial de crecimiento podría beneficiar a los consumidores, por ejemplo, a través de mejores experiencias y alternativas de pago ajustadas a las necesidades de cada persona.
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Bancarización
En 2019, en varios países latinoamericanos, apenas del 30 al 50% de la población tenía una cuenta en una entidad financiera; para 2021, la proporción había crecido al 72%.
La bancarización fue fuertemente estimulada por la proliferación de nuevas propuestas de pagos y por la pandemia de COVID-19, que llevó a muchos ciudadanos a incursionar en la banca online y el comercio electrónico debido al cierre de tiendas y oficinas bancarias durante el confinamiento.
Luego de la pandemia, el hábito se mantuvo, y una mayor porción de la población comenzó a usar los servicios financieros.
Preferencias de medios de pago
• Tarjeta de débito. Los participantes que expresaron su preferencia por las tarjetas de débito citaron factores como velocidad y facilidad de uso, mejor control de sus gastos y descuentos en comercios.
• Tarjeta de crédito. Quienes optan por pagar con tarjetas de crédito citaron dos motivos principales: acceso a crédito de alta calidad, a través del financiamiento en cuotas mensuales con tasas de interés relativamente bajas, y programas de fidelidad que incluyen beneficios como puntos, millas, descuentos o reembolsos.
• Billeteras digitales. Este medio de pago impulsa la inclusión financiera en países como Argentina, Colombia, Panamá y Perú; los encuestados eligieron este método por su facilidad de uso, seguridad y bajo costo.
• Pagos móviles. Los participantes manifestaron estar dispuestos a usar este método si fuera ampliamente aceptado y fácil de usar en las tiendas, por ejemplo, con tecnologías como pago sin contacto o códigos QR, que funciona como forma de conectar consumidores y comerciantes a bajo costo.
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Cuatro tendencias para tener en cuenta
1. El efectivo está perdiendo terreno, pero conservará su relevancia en el mediano plazo, en particular para las personas de menores ingresos. El dinero en efectivo continúa siendo ampliamente utilizado en América Latina. La encuesta de la consultora reveló que el 70% de los participantes utilizó efectivo en los últimos 30 días, a pesar de que solo el 30% afirmó que se trataba de su medio de pago preferido.
2. La consultora observó un ciclo de refuerzo positivo para los pagos electrónicos: implica que el mayor uso de billeteras digitales va de la mano con el aumento del uso de tarjetas de débito y crédito. Esta tendencia señala que es importante para las instituciones financieras ofrecer una experiencia de pago superior a sus clientes, que incluya billeteras digitales, tarjetas de débito y de crédito, en lugar de enfocarse en solo uno de estos medios de pago.
3. Las diferencias regionales abundan debido a la variedad de tecnologías: en los países donde muchos comerciantes suelen tener a la vista sus códigos QR, el uso de billeteras digitales es mayor, mientras que el uso de códigos QR es menor en los países donde las personas están más habituadas a pagar con una tarjeta física o almacenada en una billetera digital. Por esta razón, McKinsey sugiere que los proveedores de billeteras digitales que operan en países donde predomina el pago sin contacto podrían incorporar experiencias y beneficios adicionales, como una red de comercios más amplia e incentivos para impulsar sus propuestas.
4. Los pagos móviles son más atractivos para algunos grupos: los Millennials son los mayores partidarios de las billeteras digitales, donde el 17% los considera su medio de pago preferido, comparado con el 12% para la Generación Z y el 13% para la Generación X.
McKinsey concluye que es probable que los países mencionados continúen digitalizando los medios de pagos a buen ritmo, lo que permitirá a las instituciones financieras atraer nuevos clientes y dar un mejor servicio a los existentes.
Las entidades financieras que comprendan la necesidad de un entendimiento específico de las diferencias regionales podrán elaborar estrategias a medida que consideren las complejidades del panorama de pagos en evolución de los países latinoamericanos.
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