La  propagación de las cadenas de supermercados de bajos precios en Cúcuta, como Ara, D1 y ahora, Ísimo, se ha convertido en un desafío paras las tiendas de barrio, lo que suma a los altos costos de los productos.

Juan Cárdenas, un adulto mayor que es tendero en el barrio El Callejón, explicó que las ventas bajaron 50% y lo que ha hecho es ganarle poco a los productos para mantener la clientela. “Nos toca hacer de tripas corazón y el alza de los servicios públicos también nos ha afectado”, agregó.

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Uno de los encargados de un establecimiento en el barrio El Llano, manifestó que sus ventas bajaron 10%, pero son muchos los clientes fieles que les compran. “Para hacer competencia hay que reducirle a las ganancias”, enfatizó.

Aurora Chávez, de 64 años, propietaria de la tienda que heredó de su padre en el barrio El Páramo, manifestó que abastecerla de productos se ha vuelto complicado. 

“De aquí le di universidad a mi hijo... Estamos graves en el servicio de energía, porque se puso muy caro, por eso tengo las neveras dispensadoras apagadas. En diciembre, el recibo me llegó de $900.000”, recordó.

Situación difícil: Fenalco

Sergio Palacios, presiente de la Junta Directiva de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) en Norte de Santander, señaló que los tenderos viven una “situación difícil, por los altos costos en los servicios públicos”. 

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“La inflación ha producido altos costos de inversión en productos básicos. Merma de ventas por la situación actual de desempleo, informalidad e inseguridad”, concluyó.

El 82% redujo sus ingresos

Una encuesta de Fenaltiendas reveló que, en relación con una canasta básica de mercado que incluye lácteos, alimentos procesados y perecederos, productos de aseo y bebidas, aumentó el porcentaje de quienes reportan unos márgenes brutos inferiores al 10%, al pasar del 39% hace un año al 43% en la actualidad.

También subió el porcentaje de quienes trabajan con márgenes entre el 11% y el 20%, de 37% al 39%. 

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El gremio destacó que el 82% de estos microempresarios redijo sus ganancias para mantenerse competitivos. Además, otras de sus preocupaciones es el alto costo de los servicios públicos.

“Las ventas por catálogo ahora aparecen como competidoras del tendero. Este microempresario, si bien señala que los formatos tipo Hard Discount  (tiendas o comercios de descuento)los afecta, no cree que vaya a arrasar la tienda de barrio”, aseguró Fenalco.

Fenalco también enumeró que las tasas de interés, la cautela de los consumidores y los retos tecnológicos forman parte de su caleidoscopio.

En Norte de Santander, de acuerdo con el gremio regional, se estima que hay más de 12.000 tenderos y  Fenaltiendas vincula a 126.000 microempresarios en 25 ciudades de Colombia.

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