Hace algunos días, sectores productivos del eje San Antonio-Ureña se reunieron con el presidente de Fedecámaras Táchira, Maximiliano Vásquez, para tratar la crisis que viven las empresas e industrias de los municipios Bolívar y Pedro María Ureña, así como de San Cristóbal, por los cortes constantes de energía y la escasez de combustibles, principalmente, diésel.
En entrevista con La Opinión, Vásquez manifestó que insisten en que el gobierno de Venezuela importe desde Colombia electricidad e hidrocarburos; propuesta que elevaron al gobernador Freddy Bernal, para que la lleve al Consejo Legislativo (Asamblea estadal) y a la administración de Nicolás Maduro.
Semanas atrás, en un encuentro en San Cristóbal con el embajador colombiano en Caracas, Milton Rengifo, le pidieron mediar, con el fin de que se dé un acuerdo para que desde el departamento se envíe electricidad al Táchira.
Y desde antes de la reapertura de la frontera, los gremios empresariales han tenido acercamientos con Centrales Eléctricas de Norte de Santander (CENS), filial de EPM, cuyo gerente, José Miguel González, les ha hablado de la disponibilidad y posibilidad de venderles energía, resolviendo algunos temas técnicos.
¿Por qué la necesidad de energía? Los cortes se han intensificado en los 29 municipios del Táchira, en donde los habitantes deben soportar entre tres y hasta cinco interrupciones del servicio diariamente, con períodos de hasta cuatro horas continuas sin luz.
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Según Maximiliano Vásquez, la crisis en el sistema eléctrico ha llevado a que las empresas del estado operen solo al 30% de su capacidad. Expresó que también su cámara hermana del estado Zulia ha hecho la misma solicitud.
“Somos la frontera más poblada. Entonces, les hemos propuesto a las autoridades la posibilidad de buscar una solución, como la compra de energía a Colombia, inicialmente, a través de un programa piloto con los municipios más cercanos a Cúcuta, para después extenderse a otros”, manifestó.
Vásquez recalcó que la solución la tienen los gobiernos de cada país, puesto que las empresas del Táchira no pueden competir bajo esas condiciones, sin tener flujo constante de energía eléctrica y de combustibles. Además, los empresarios están dispuestos a pagar la tarifa que se establezca, porque “la energía más cara es la que no hay”.
El gerente de CENS-EPM ha dicho a La Opinión que existe una línea de transmisión de energía de 230 mil volteos, la cual conecta a la Subestación San Mateo (Cúcuta) con la de Vega de Aza, en el sector El Corozo (Táchira).
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De acuerdo con José Miguel González, esa infraestructura está operativa en el lado colombiano, aunque se hace necesario revisar detalles técnicos de la línea de conducción. Recordó que lo que se estableció en el pasado con Venezuela fue un convenio de energía prepagada.
¿Se puede vender combustible?
El presidente de Fedecámaras Táchira recordó que Venezuela, hace un mes, importó gasoil (diésel) para varios clientes corporativos de Pdvsa.
Por ello, argumentó que en lugar de importar combustible desde un país lejano, debería comprársele al vecino, porque una gandola (camión cisterna) puede estar en dos horas en San Cristóbal, desde Cúcuta.
El abogado Santiago Soto Luna, especialista en Derecho Minero Energético, señaló que, en otro escenario, sería beneficioso el comercio binacional en un sector tan importante como el de los hidrocarburos. Sin embargo, las políticas de este Gobierno de acabar con el sector minero y petrolero, sin avanzar en materia de transición energética, hacen poco probable un acuerdo así.
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Los contratos de compra-venta internacionales suelen pactarse a largo plazo. Desde que Gustavo Petro asumió la Presidencia, no se han firmado nuevas rondas de bloques de exploración y producción petrolera y la inversión en exploración ha caído, lo cual hace que las reservas del país disminuyan paulatinamente”.
Soto resaltó que esta realidad “nos pone al borde de perder la autosuficiencia energética y con la inminencia de tener que empezar a importar combustible en el mediano plazo, lo cual impediría un escenario de comercio de combustible con Venezuela, pues lo poco que produciría Colombia sería para abastecer el consumo interno.
“En resumen, no puede pensarse en iniciar contratos de esa envergadura, cuando, ni siquiera, sabemos si de acá a unos años tendremos combustible para exportar o si seremos nosotros los que nos veamos obligados a importarlo”.
Concluyó el experto que, por ahora, lo más sensato es fortalecer los esquemas de vigilancia, que impidan el contrabando por las trochas o en tanques arreglados hacia el vecino país.
La Opinión intentó conocer la postura del Ministerio de Minas y Energía sobre la posibilidad de venderle combustible a Venezuela, pero no fue posible.
El dato
En Táchira, hay 42.000 empresas formalmente establecidas.
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