Cambiar los patines por un caballo de acero no fue un paso fácil en la vida deportiva de la joven Daniela Carrero, quien el año pasado fue catalogada como ciclista revelación de Norte de Santander en los premios Primero Lo Nuestro. 

Carrero es una deportista cucuteña que decidió en el 2018 incursionar en el ciclismo tras ser Selección Norte de patinaje en las categorías pre juvenil y juvenil en los años 2016 y 2017, destacándose como una de las mejores velocistas locales. 

Ese cambio se dio de manera repentina. Daniela empezó en el ciclismo por experimentar y conocer, en su momento, un nuevo deporte ya que cuando habían jornadas de ciclismo en los entrenamientos de patinaje, la deportista evita hacerlos. 

Los primeros pasos los dio en diciembre de 2017 asistiendo a una pretemporada por invitación de una amiga. 

En un principio pensó en alternar los dos deportes pero por tiempo entre sus estudios de administración de empresa, los entrenamientos, y por el agotamiento físico, se inclinó a solo practicar el deporte en el que Egan Bernal fue rey en el 2019 siendo campeón del Tour de Francia. 

Su última participación en patinaje fue en abril de 2018, en la Copa de los Santanderes. 

En cambio la primera competición a bordo de una bicicleta fue en los departamentales donde quedó segunda en una etapa de contrarreloj y séptima en otra de ruta. 

Además, en 2018, también compitió en la carrera de las Futuras Estrellas dónde gano etapa y culminó cuarta en la general; la Clásica Raúl Saavedra, obteniendo un tercer lugar y la primera participación en la Vuelta al Futuro que se corrió en Risaralda y Valle del Cauca adquiriendo bagaje en su  primera competencia nacional. 

El primer año de competencia fue un periodo de tiempo para adquirir resistencia puesto que en los trayectos largos se fatigaba, cuestión que fue superando con el pasar de los cinco entrenamientos semanales y la orientación del entrenador Orlando Solano.  

El año de la revelación 

2019 fue el año de dar a conocer su potencial en el pedaleo. Solano describe a Carrero como una corredora muy fuerte en el sprinter que rinde mucho en la media montaña y la contrarreloj. 

La primera competencia del año fue en la ciudad de Tunja donde la ciclista del equipo Guerreras del Norte se probó por primera vez en la altura obteniendo una buena participación en la etapa de ruta. 

Siguiente a esto participó en el Festival de Ciclismo de Girón, Santander, logrando un segundo puesto en la etapa de contrarreloj. 

En los departamentales disputados en Pamplona, Carrero fue campeona en la ruta y en  contrarreloj. 

También logró el título en la Clásica Futuras Estrellas y la Clásica Raúl Saavedra.

En la Clásica del César, ganó dos etapas y culminó segunda en la general. 

La Vuelta del Futuro era la competencia de cerrar el año. En esta carrera disputada en Boyacá, Carrero firmó una hazaña personal, al mantener por dos días la camiseta de sprinter corriendo a más de 2.500 metros de altura al lado de ciclistas con mayor experiencia.   

En total, la corredora sumó 9 puntos en la tabla de sprint. 

En referencia al reconocimiento como Ciclista Revelación, Daniela afirmó que no se lo esperaba pero que es un logro en el que detrás hay mucho sacrificio. “Tengo un camino por delante y en el  quiero dejar el nombre del departamento en alto” sentenció la corredora. 

Un 2020 expectante 

Carrero quien está a puertas de cumplir 19 años, deja la categoría juvenil para ingresar a la sub 23. 

La deportista afirmó que ya se está mentalizando para incrementar los kilómetros de entreno comprendiendo que en esta nueva categoría las distancias son más largas y los días de preparación que ya pasan de ser cinco a seis. 

A la fecha, los trabajos van enfocados al manejo de pulsaciones para adquirir mayor fondo y aguantar más en las etapas. 

Frente al calendario, aún no se define ya que los pocos recursos impiden asegurar desde ya la participación en diferentes vueltas. 

Solano dijo que buscan la forma de participar en el Tour Femenino y la Vuelta a Colombia, así como también las vueltas al Tolima, Anapoima y Antioquia.

Por: Gustavo Contreras Sabogal 
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