Juanito sale de su casa en búsqueda de la Navidad, de más alegría para avivar los corazones de sus seres queridos. Tras caminar por frías calles entiende que la Navidad es un estado de ánimo que habita en los corazones de la humanidad.
La reflexiva historia es el último montaje del teatro de títeres Arlequín, en Los Patios, entidad cultural que se convirtió en modelo de desarrollo por las sugestivas estrategias de inclusión de la primera infancia.
En el montaje de la obra: ‘Un cuento de Navidad’, demoraron dos años. Durante ese tiempo se confeccionaron 12 títeres, los mismos que ahora harán reír a decenas de niños en Cúcuta y el área metropolitana. Para la presentación se construyó un teatrino, el cual tiene tres escenografías.
El montaje hace parte de las 180 funciones que se han cumplido este año en el teatro Arlequín, una de las dos salas concertadas con el Ministerio de Cultura en Norte de Santander.
Desde el 4 de abril de 2009, cuando se inauguró en Los Patios el teatro Arlequín, se han beneficiado 61.600 niños, los mismos que han ayudado a construir un teatro incluyente.
El director de Arlequín, Édgar Serrano Piñeros, dice que antes de inaugurarlo duraron seis años en construcción. Se compró un lote por $5 millones a la corporación artística y cultural Ecsora. La construcción se ha hecho con bloques, cemento y materiales que han donado empresas a cambio de funciones.
Un arquitecto amigo del proyecto donó la elaboración de los planos y lo primero que hicieron fue limpiar el lote y aplanarlo, pues parecía una montaña.
“Es un sueño haber llegado al municipio de Los Patios, un sueño en el que hemos trabajado incansablemente Aida Amaya, Jorge Omar Ortiz y Jairo Serrano”, dijo Édgar Serrano Piñeros.
La apertura del teatro también significó el inició de la transformación social del barrio Patio Antiguo. “Al principio los niños llegaban a las funciones sin camisa, sucios y descalzos, poco a poco esa cultura se fue cambiando”.
Para ello, les inculcaron a los menores el amor por los títeres y en los espectáculos los muñecos les pedían venir con zapatos y oliendo a rico, así lograron captar la atención de los pequeños.
Al principio las funciones al año solo llegaban a 30 y ahora la cifra es de 180, en promedio. El teatro cuenta con sala virtual, ludoteca y una habitación para hospedar a los artistas nacionales e internacionales que vienen a compartir sus espectáculos.
Taller de creación
Uno de los espacios más importantes en el teatro es el taller de creación. Allí, elaboran títeres de guante, de varillas y muppets.
La encargada de darles vida es Aida Amaya. “Lo primero que hacemos es determinar el número de títeres por obra, luego se hacen moldes, se pasan a espuma y se forran en tela polar, cuidando los detalles del rostro”.
La tela hace que parezcan peluches y protege la espuma para que no se deteriore en poco tiempo.
Para Aida lo más satisfactorio de los 16 años que tiene de estar trabajando en Arlequín es el cariño del público, la sonrisa de los niños y la felicidad de los padres al ver que sus hijos se interesan por un arte milenario como son los títeres.
‘Don Chucho’ es uno de los títeres preferidos de Édgar Serrano Piñeros. Él mismo lo elaboró y afirma que el guante de tela con bolsillos verdes, gorro de lana, ojos saltones y barba, es una leyenda en Arlequín.
Diariamente se despierta pensando en sus marionetas y cuando en los sueños surgen creaciones, se levanta a pintar para luego elaborar los títeres y utilizarlos en sus funciones.
Proyectos a futuro
Para Édgar Serrano las decenas de muñecos que hay por todos lados en el teatro son sus hijos silenciosos, esos que no le piden nada pero todo se lo dan. “La magia de los títeres está en la sonrisa de los niños que inspiran a los titiriteros para mejorar su trabajo y los espectáculos”.
Bajo ese pensamiento, el teatro tiene como proyecto a futuro la ampliación de la sede, con la construcción de una placa (pensando en un segundo piso).
Además, en 2016, se espera la instalación de aire acondicionado para que los niños disfruten cómodamente de los espectáculos. A la par, se habilitará una cafetería.
La historia de Arlequín es ejemplo de amor por el arte. Todos los espectáculos son gratuitos y para financiarse apelan a los patrocinios de empresas públicas y privadas del departamento.