Desde hace cuatro años, vecinos del barrio Rudesindo Soto han tenido que aceptar que en sus calles se parqueen cientos de busetas porque según ellos los conductores decidieron ubicar un paradero irregular en la calle 30 con avenida 18.
Dicen que pese a que han puesto varias quejas a la Secretaría de Tránsito de Cúcuta y a la policía, siguen esperando una solución.
Según Luis Claro, presidente de la junta de acción comunal del barrio, los conductores se estacionan junto a la Escuela Rudesindo Soto N° 49 y la iglesia San Andrés Apóstol.
Lo anterior ha causado problemas de movilidad a diferentes horas por la cantidad de vehículos que permanecen parqueados a un costado de la vía.
Foto Obando
El líder de este barrio, indicó además que en algunas ocasiones los conductores aprovechan para lavar sus vehículos en plena calle, pese a que está prohibido.
"Los vecinos me han dicho que ponen una manguera de uno de los tanques de la escuela y sacan el agua", le aseguró a La Opinión.
Además, en muchas ocasiones se han presentado altercados porque la comunidad les pide a los conductores que los dejen pasar y éstos responden con insultos.
La comunidad también hizo un llamado a la Policía Nacional, denunciando que en las últimas semanas han aumentado los robos y cada vez son más los desconocidos que llegan a las calles del barrio a consumir drogas alucinógenas.