Tras una pausa obligada de 17 años, la icónica sirena del Cuerpo de Bomberos de Cúcuta volvió a cantar este viernes dos de febrero de 2024, en el marco del 64 aniversario de la institución.

Luego de una mañana de celebración, que incluyó una eucaristía y el respectivo acto protocolario, el momento de mayor expectativa se concentró en los minutos cercanos a la hora del mediodía.

“Esto es como el cambio de año”, decían unos, para otros era como el “cambio de hora de (César) Gaviria” en 1992; “esto es histórico para la ciudad”, complementó alguien más. La sensación imperante, en general,  era de máxima expectativa, sobre todo porque este acto simbólico  suponía el reencuentro de la vieja y nueva generación con una costumbre de más de 40 años.

“La reactivación de esta sirena para mí es como volver a la época cuando entré a los bomberos por primera vez.  Es algo grande, que me llena de fuerza y  energía”, dijo en tono emotivo el capitán Agustín Díaz, uno de los bomberos de mayor experiencia en la institución, con 50 años de servicio. 

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Para algunos, el sonido de una sirena puede ser simplemente un ruido molesto, pero para los bomberos, los de Cúcuta en particular, es un símbolo, una señal. 

El capitán Díaz, por ejemplo, recuerda que el sonido de la potente sirena se dejaba oír por espacio de 15 segundos y llegaba hasta los barrios más lejanos de la ciudad.

Él asegura que la escuchaba claramente desde su casa en la ciudadela Juan Atalaya y le indicaba dos cosas: o que era la hora almorzar, si era mediodía, como religiosamente sonaba –y sonará de ahora en adelante- o que había una emergencia en curso, cuando sonaba a deshora. En ese caso había que correr para hacer presencia en el cuartel. 

“Era mi alarma personal cuando había una emergencia declarada. Entonces uno se ponía inmediatamente en acción, rumbo a bomberos, para ver qué pasaba y llegar a apoyar”, aseguró.

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Pero así como el capitán Díaz conoce el significado de la alarma, porque lo vivió, Danilo Ureña, un bombero de la nueva generación, con apenas unos meses de servicio conoce de esta costumbre por lo que le han contado. 

Con 21 años, es imposible para Danilo recordar algo de la mítica sirena que todos hablan, la cual se apagó cuando él apenas tenía 36 meses de vida.

“Me han contado que era un acto bastante significativo, porque el sirenazo informaba a la comunidad de Cúcuta, digamos a la hora del almuerzo, la hora de salida del trabajo a mediodía”, cuenta el joven bombero, quien aseguró sentirse orgulloso de pertenecer a la estación  y servir a la ciudad de Cúcuta.

Faltan cinco pa´ las doce

A falta de cinco minutos para las doce, la expectativa alcanzó su máximo nivel en el cuartel general de los bomberos de Cúcuta, en cuyo patio se formaron los 104  hombres que componen su pie de fuerza, a la espera del histórico sirenazo.

Mientras, la atención se concentró en la sala de control donde se ubica el interruptor que activa la sirena, ubicada a unos 15 metros del piso, apenas la mitad de la altura que alcanzaba originalmente, cuando estaba ubicada en su antigua sede de la calle 10.

“Ya faltan pocos segundos para que pongamos en funcionamiento un ícono de todos los bomberos. Le damos gracias a Dios por este momento”, expresó el comandante Monsalve antes de accionar el dispositivo.

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Así, a las 12 en punto de este dos de febrero de 2024, día de la Virgen de La Candelaria, patrona de los bomberos,  aquella sirena importada, que llegó a Cúcuta por Venezuela en 1963, manifestó que estaba de vuelta, al lanzar un rugido que por 12 segundos opacó cualquier otro ruido alrededor.

“Hoy la dejamos  sonar 12 segundos y vemos que por ahora fue suficiente, aparte tuvimos un desperfecto eléctrico  que vamos a solucionar de inmediato. Es algo normal, por la antigüedad y por el tiempo que estuvo apagada”, dijo el comandante Monsalve, quien garantizó a los cucuteños que a partir de ahora volverán a tener de manera ininterrumpida el aviso de su sirena cada mediodía.

Redacción: María José Salcedo

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