Las altas temperaturas que se han registrado en los últimos días en Cúcuta y su área metropolitana son evidencia contundente de que el verano se ha prolongado más de la cuenta y que el fenómeno de La Niña demorará un poco más. 

Así lo confirmó la Organización Meteorológica Mundial (OMM),  que en su último informe reveló que la llegada de las lluvias se retrasó y hay un 60 por ciento de probabilidades de que se manifieste en el último trimestre del año. 

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Explican que la llegada de las lluvias se daría como una consecuencia de las condiciones meteorológicas mundiales, en las que no está claramente definido que se trate de El Niño ni La Niña, asimismo, señalaron que no hay certeza del tiempo que pueda prolongarse por la misma situación de variabilidad actual. 

José Antonio García, subdirector de Cambio Climático de la Corporación autónoma regional de la Frontera Nororiental, Corponor, indicó que en atención a esta situación ya el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, había advertido que se iba a intensificar El Niño. 

Justamente en su último boletín, el Ideam reportó que Cúcuta estuvo entre las ciudades con las temperaturas más altas del país, al registrar 37°C el pasado martes 10 de septiembre; mientras que en Prado, Ataco y Espinal (Tolima) y Neiva (Huila) osciló entre los 38 y 39 grados; y en Jerusalén, Cundinamarca se alcanzaron los 41.4 grados centígrados. 

¿Cómo están los caudales de los ríos?

 
Las altas temperaturas traen consigo una serie de afectaciones, como las físicas, por el impacto de los golpes de calor en el organismo; pero también desde el punto de vista ambienta puede suponer problemas como la merma en el caudal de los ríos o afluentes de captación de los acueductos, forzando la aplicación de esquemas de racionamiento, como el que enfrenta actualmente la ciudad de Bogotá. 

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Frente a esta situación, La Opinión consultó a los operadores del servicio de acueducto en Cúcuta, Los Patios y Villa del Rosario, para conocer justamente como están los niveles de los ríos Pamplonita, Zulia y Táchira, que abastecen a estos municipios. 

En este sentido, Aguas Kpital, Aguas Los Patios y Aqualia reportaron normalidad en la captación del vital líquido, descartando hasta el momento riesgos de racionamiento. 

“Tenemos normalidad en la producción, pues los niveles en los ríos se mantienen en un rango en el que nos ha permitido seguir la captación normal”, dijo Uriel Soto, de Aguas Kpital. 

El panorama es similar en Los Patios y Villa del Rosario, aunque en este municipio Aqualia, que capta el agua del río Táchira, sí ha notado un ligero descenso en el caudal “pero estamos realizando todas las labores necesarias para que no nos afecte la operación”, dijeron desde la empresa operadora. 

Lluvia en las cabeceras

Pero aunque las lluvias han brillado por su ausencia en los municipios del área metropolitana, la situación ha sido distinta en las zonas donde se encuentran las nacientes de los ríos o las quebradas que los alimentan. 

Al respecto, el subdirector de Corponor indicó que se han registrado lluvias en Pamplona, Villa Caro, Lourdes y Toledo, lo que permite de alguna manera mantener nivel óptimo en los caudales de los ríos, sobre todo el Pamplonita, que está en este momento en 4,3 metros cúbicos, apenas por debajo de los 4,5 del rango normal, lo que favorece el proceso de captación de agua para su potabilización y distribución en los municipios metropolitanos.

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No obstante, la alerta mundial es que aunque el fenómeno de La Niña supone un efecto de enfriamiento en la superficie terrestre y marina del planeta, esto no cambiaría la tendencia al aumento en las temperaturas.

“Desde junio de 2023 hemos sido testigos de una prolongada racha de temperaturas excepcionales en la superficie terrestre y marina del planeta. Incluso aunque se forme un episodio de La Niña, ello no invertirá la tendencia de aumento de las temperaturas fruto de los gases de efecto invernadero que retienen el calor en la atmósfera”, declaró la Secretaria General de la OMM, Celeste Saul.

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