De cara al nuevo año escolar, uno de los desafíos más grandes para la Secretaría de Educación Municipal constituye en dar continuidad a la integración de niños migrantes y docentes al sistema educativo, así como la preservación de sus derechos en cada uno de los 63 colegios registrados en el área rural y casco urbano de Cúcuta.
En este orden, La Opinión conoció a detalle cuáles son aquellos procesos adelantados por la entidad municipal para mejorar esta “asignatura”, además de algunas cifras reveladoras sobre cómo ha avanzado la integración de migrantes venezolanos en la capital nortesantandereana.
Aún hay cupos disponibles
Tras unos días después del regreso a clases, José Leonardo Cuadros, líder del área de poblaciones vulnerables de la Secretaría, señaló que todavía hay cupos disponibles en al menos 47 instituciones educativas, bien sea para niños migrantes o colombianos.
Los cupos van desde jardín hasta grado once, y según las cifras, los cursos donde quedan más niños por matricular tienden a ser los de primaria; pero en los grados secundarios y superiores la media disminuye para algunas instituciones educativas.
En cuanto a la atención a menores migrantes, Cuadros reveló que todos los colegios del área metropolitana deben atender a esta población, conforme a la circular 038 del 21 de noviembre del 2023.
De acuerdo con Cuadros, “este es una ruta de guía de atención al migrante expedida por el Ministerio de Educación Nacional, con varios pasos que ellos deben seguir para acceder al sistema o validar sus documentos de Venezuela entre otros”.
¿Qué se debe hacer para ingresar al sistema?
Tanto para colombianos y migrantes, lo primero que se tiene en cuenta es registrar al niño en el Sistema Integrado de Matrícula (Simat) en la institución educativa; esta es una herramienta que permite organizar y controlar el proceso de matrícula para todos los niños, niñas y adolescentes vinculados al sistema educativo en Colombia.
Sin embargo para la población migrante, los documentos de identificación válidos en territorio colombiano son la visa, cédula de extranjería o el Permiso por Protección Temporal (PPT).
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“En caso de no contar con el estatus migratorio requerido, el menor se debe acercar con su acudiente a la institución educativa para registrarse con el Número Establecido por la Secretaría de Educación (NES), que es un número asignado por el Simat”, afirmó Cuadros.
Ahora bien, en caso de que un estudiante no pueda validar los documentos pedagógicos del último grado cursado en Venezuela, el colegio al cual desee ingresar deberá hacerle una prueba de conocimiento, y dependiendo del resultado que arroje el examen se le asignará un grado.
Una vez inscritos al sistema de educación, los estudiantes pueden acceder a los mismos beneficios que tienen todos los niños en condición de vulnerabilidad, siendo estas la vinculación al Programa de Alimentación Escolar (PAE), el transporte en las zonas rurales, y una atención integral mediante procesos de focalización y priorización.
Se prevé el aumento de matriculados
Acorde a los datos del Simat, a corte de octubre de 2024, el total de migrantes registrados en el sistema de educación municipal era de 24.455 estudiantes, no obstante para este nuevo año escolar se espera que haya un aumento.
Según Cuadros, “en marzo tendremos las cifras oficiales debido a que no se ha finalizado el proceso de matrículas en los colegios, pero todo indica a que el número de estudiantes migrantes aumente para 2025”.
Así mismo, el número de docentes migrantes viabilizados al sistema es de 3.840, y en lo que respecta a los directivos y administrativos en las instituciones educativas, la cifra ronda entre los 237.
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