Los cucuteños vivieron un atardecer y una noche de inconformidad el miércoles que se celebró el popular desfile de carrozas, en el marco de las ferias de Cúcuta, lo anterior, debido al colapso que se produjo por las protuberantes fallas en el control del tránsito vehicular.
El decir de los exacerbados conductores que quedaron atrapados por horas en los eternos trancones que se formaron en las vías, fue que la organización de la feria no ofreció garantías para que la movilidad fluyera “y esto pasó porque los encargados de brindarlas, es decir, la Secretaría de Tránsito y la Policía, no planearon de la mejor manera las vías por donde debíamos transitar sin problemas”, dijo Hernando Flórez, empleado de la Rama Judicial.
Como esta persona, miles también se vieron afectadas en los distintos puntos cardinales de la ciudad, que intentaron llegar sin éxito a sus hogares en plena hora pico, es decir, después de las seis de la tarde.
Esto último fue lo que no previeron los que hicieron el trazado del desfile de carrozas de las ferias, dado que si bien a la hora en que se dio inicio a esta actividad todo transcurrió sin contratiempos, no ocurriría lo mismo cuando terminó la hora laboral y salieron en masa a las calles los trabajadores.
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El descontrol fue mayúsculo porque la masa automotor buscaba salidas al embotellamiento pero no las encontraba. Llegó un momento en que todas las vías en el centro se bloquearon, no había movilidad y, lo peor, los agentes de tránsito y la secretaría de Tránsito brillaban por su ausencia.
Quienes intentaron huir del atasco por la Avenida Cero rumbo al Club Tennis, sufrieron horas para moverse en esa dirección, rumbo a barrios del oriente, como le sucedió a Adelaida Rincón, una empleada de la Registraduría que tardó dos horas y media para desplazarse por esta avenida desde la calle 17 hasta la glorieta del Club Tennis.
“Si se hubiese contado con presencia de tránsito otro gallo hubiera cantado, pero no, todos en las vías quedamos en un verdadero tapón”, dijo la mujer.
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Tránsito tampoco tuvo en cuenta que el paso por el puente Benito Hernández, del flujo vehicular procedente de Los Patios, quedó atrapado en el tramo que pasa por San Rafael, por lo que la caravana vehicular invadió la avenida que de Pinar del Rio conecta con la glorieta García Herreros, en inmediaciones del Club Tenis, lo que terminó de rematar el embotellamiento para quienes intentaban evacuar por la avenida cero y la prolongación de esta misma arteria vial.
Las cosas no fueron menos dramáticas para quienes se desplazaban del oriente a occidente por la avenida Gran Colombia y la misma diagonal Santander. Estas vías eran un verdadero caos, no había policías que controlaran el tráfico automotor, dijo Carlos Jaimes, un conductor de buseta que tuvo que desviarse de ruta para intentar llegar al centro.
“Nadie critica que era una fiesta bonita, que es nuestra feria, y que había que tener paciencia, pero la Alcaldía y las demás autoridades se olvidaron de los que no podían disfrutarlas por estar trabajando”, dijo María Luisa Castro, empleada de un banco de la ciudad.
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Hubo también momentos dramáticos en las vías que conducen a la Ciudadela de Juan Atalaya, tanto por la Diagonal Santander como por el puente que conecta por la avenida 7, debido a que el paso del desfile de carrozas por el centro colapsó la movilidad por completo.
Las autoridades reaccionaron mandando patrulleros de vigilancia a los sitios críticos, como la glorieta García Herreros, donde estaba represado todo el tráfico automotor que intentaba evacuar el centro y Los Patios, pero después de tres horas de caos, algo que justifica que no hubo planeación de las autoridades para el control de la movilidad.
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