Ladrillo y cemento es lo que se ve en los ascensores del puente de La Victoria en la Ciudadela Juan Atalaya. La obra, que fue diseñada para el cruce de personas en condición de discapacidad y de la tercera edad, perdió su utilidad y trajo problemas para la comunidad.
Los elevadores se instalaron hace más de dos años en el paso peatonal que comunica al barrio La Victoria con Chapinero, pero según cuentan los mismos habitantes del sector, estos dejaron de funcionar al mes.
“No conocemos quien realizó el proyecto, nunca nos lo socializaron, lo construyeron y ya (...) Cuando se dañaron no supimos a quién enviar la solicitud porque no sabíamos a quién dirigírsela” aseguró Wilson Díaz, líder comunal.
Poco a poco, estos espacios fueron desvalijados y convertidos en la guarida de habitantes de la calle y consumidores de drogas, quienes al arrojar desechos y desperdicios generaban malos olores.
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Ante la difícil situación, la comunidad decidió reunirse y recaudar dinero para sellar las puertas de los ascensores.
Los vecinos de La Victoria se encargaron del lado derecho y los de Chapinero el izquierdo. Sin embargo, estos últimos no lograron conseguir los fondos suficientes y la entrada del segundo piso quedó abierta.
“Teníamos cerrada la zona de abajo, pero hace unos días alguien arrojó un perro muerto y eso empezó a oler feo, por eso nos tocó llamar a la Policía y abrir un hueco y ahora la gente se está metiendo de nuevo”, mencionó Hugo Sánchez, uno de los afectados.
Los habitantes de las comunas 7 y 8 hacen un llamado a los entes encargados por que no cuentan con los recursos necesarios para tapar de nuevo el elevador y están preocupados de que se repita la misma situación.
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