Una operación en su hombro izquierdo lo alejó de las canchas por más de siete meses y lo llevó a pensar que su carrera se había truncado. Fortalecido en Dios, su familia y el grupo de compañeros de la plantilla del Cúcuta Deportivo, Jhonatan González fue un resiliente y volvió actuar, la tarde del jueves, en la victoria 4-3 frente al Junior FC en la Copa.
“Pensé que el momento no iba a llegar. Realmente fui muy feliz, orgulloso de mí y agradecido con Dios. Gracias a la fuerza que me dio mi familia y el equipo, fue posible mi nuevo debut y que más que hacerlo frente al Junior”, dijo González, de 21 años, en diálogo con La Opinión.
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El antioqueño solo sumó minutos, en 2022, enfrentando a Real Santander, Atlético Huila y Orsomarso, con Aquivaldo Mosquera como técnico.
‘Sufrí depresión’
“Alcancé a dudar de mi mucho tiempo. Sufrí depresión dos meses, en la operación pensé que iba a ser más fácil pero fue una recuperación difícil. Me tocó aprender todo con el brazo izquierdo, volver a correr, a caminar. Fue mi primera operación y fue duro estar lejos de mi familia”, narró el volante de primera línea.
La lesión fue en Medellín previo a iniciar la temporada 2022 con dos golpes que sufrió en partidos amistosos. Actuó todo el año con el equipo Sub-20, subcampeón de la Supercopa Juvenil de la Federación Colombiana de Fútbol.
“Jugué todo el año con una hombrera, me incomodaba. Creo que en 2022 se me salió el hombro entre unas once y doce veces. Me operé en diciembre e inicié los trabajos”, contó el juvenil nacido en la capital de Antioquia.
Su nuevo debut
González actuó 60 minutos al ser sustituido por Lucas Ríos. Tocó bien el balón, presionó y sobretodo no se dejó amilanar de un mediocampo costeño con experimentados como Carlos Sierra, Didier Moreno y Leyder Berrio.
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“Había nerviosismo, llevaba mucho sin estar en cancha, pero mis compañeros me respaldaron desde el minuto uno. Estaban los comentarios de que podía ser un partido en el que se me truncara la carrera por estar tanto tiempo inactivo, pero algo fundamental fue la confianza del profesor (Rubén Tanucci) y los compañeros. No pareciera que estuviera inactivo”, señaló.
González se ganó su puesto, según cuenta, durante los entrenamientos.
“En todos los entrenos de la semana pasada yo vi que el profe Tanucci se estaba fijando mucho en mi trabajo. Un día me puso a jugar con el equipo principal, me dio la oportunidad y no quería desaprovecharla”, confesó Jhonatan, quien lució el dorsal 26.
Posterior al partido, llegó a la casa-hogar del club, habló con su mamá, puso su celular en modo avión y sonrió antes de dormir.
“Llegué, puse música cristiana, hablé con mi mamá y dejé el celular en modo avión porque me llegaron muchos mensajes. Cerré los ojos, sonreí y agradecí a Dios. Pensé que no volvería a vivir ese momento, después de todo lo que vivi esto es un logro para mí. Me llena de orgullo. Gracias a Dios, desde que empecé este proceso, Él ha estado ahí”, narró González.
Jhonatan González, quien firmó con el Cúcuta por tres años en la temporada anterior, buscará mantenerse en el once de Tanucci. “Solamente pasa por mi cabeza ganarme un puesto. Quiero seguir trabajando por el futuro de mi familia”.
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