En medio de un diálogo con La Opinión en 2020, Federico Barrionuevo anunció su deseo de dirigir al Cúcuta Deportivo. Tres años después aterrizó como asistente técnico de Rubén Tanucci y a los meses asumió la dirección técnica, debutando en los banquillos.
El pasado martes alcanzó 30 partidos al mando de la institución fronteriza que pelea por salir de la segunda división del fútbol colombiano, una categoría a la que no pertenece y de la que está obligado a salir en la presente temporada.
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Barrionuevo tomó el cargo tras la decisión del club de relevar a Tanucci en la fecha 9 del Torneo II, a inicios de septiembre de 2023. Desde allí ha comandado el barco en una primera instancia acompañado por Wilder Mosquera y desde este año con su compatriota Emiliano Romero.
Sus registros indican 25 partidos por Torneo (14 victorias, siete empates y cuatro derrotas) y cinco por Copa (un triunfo, dos empates y dos caídas) para un total de 15 juegos ganados, nueve igualados y seis perdidos dejando un rendimiento total del 60%.
2023, cerca de la gloria
Curiosamente, en el segundo semestre de 2023, Barrionuevo no pudo pararse en la raya ni asistir a las ruedas de prensa post partido debido a un problema de validación con su licencia como entrenador.
Pese a ello conformó un equipo con alma competitiva, que proponía en cualquier campo, fuerte por las bandas, en algunos partidos muy organizado en defensa y en ocasiones dependiente del creativo Lucas Ríos.