Cúcuta Deportivo está a puertas de volver a la vida jurídica. El próximo miércoles 23 de febrero, en una audiencia que se desarrollará entre acreedores y el liquidador Rodrigo Tamayo Cifuentes -ante la Superintendencia de Sociedades-, se definirá si se confirma el nuevo acuerdo de reorganización empresarial para dejar atrás el proceso de liquidación judicial, en el que club está inmerso desde el 11 de noviembre de 2020.
Dicho acuerdo busca establecer nuevos plazos de pago con los distintos acreedores de la institución y permitir que la misma empiece a encaminar su retorno a actividad comercial.
Todo indica que el acuerdo se dará, pues se necesita una votación del 50 más uno para dar por confirmado. En los últimos radicados presentado por Tamayo Cifuentes a la Supersociedades, data una aprobación previa del 70%.
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Pero, uno de los mayores interrogantes que surgieron en medio de este proceso, es qué pasará después de confirmado el acuerdo.
La Opinión conversó con Johann Manrique, Intendente Regional de la Supersociedades y Juez del concurso en el proceso del Cúcuta, quién explicó lo que se puede dar sobre el futuro del Cúcuta.
“De confirmarse el acuerdo, la sociedad volverá a estar activa. Es como si volviéramos a la época de noviembre de 2020 (antes de la liquidación). Se restablecen la asamblea, la junta directiva, el representante legal. Todos vuelven, los que venían”, aseguró Manrique.
Esto quiere decir que, de confirmarse el acuerdo, el Cúcuta Deportivo volverá a manos de José Augusto Cadena, quien fuese el accionista mayoritario de la institución antes del proceso de liquidación judicial y propietario del equipo desde finales de 2013.
Cadena viene trabajando de la mano con el empresario Eduardo Silva Meluk, quien fue presidente de Millonarios e Independiente Medellín. El dirigente, nacido en Cúcuta, podría tener un rol presidencial en este posible ‘nuevo comienzo’ del cuadro fronterizo.
A la consulta sobre qué papel tendrían los acreedores en esta fase de reorganización, Manrique comentó que podrán conformar un comité de seguimiento.
“Los acreedores pueden conformar un comité de acreedores con la finalidad de hacerle seguimiento al cumplimiento de las obligaciones, consultar la información financiera”, dijo el intendente regional de Bucaramanga.
Asimismo, reseñó que existe la posibilidad de que los acreedores puedan pasar a ser accionistas.
“Los acuerdos tienen la posibilidad de que las deudas se vuelvan capital y entonces pasar de acreedor a accionista del club. Pero eso debe estar plasmado en el acuerdo y es decisión del acreedor que renuncia a que le paguen el dinero por título de propiedad. Es de voluntad del deudor y acreedores con intervención del liquidador”, subrayó el juez.
Sobre la figura que adoptará el liquidador, cargo que ya no existiría tras el cambio de proceso, Manrique señaló que entrará la figura de promotor, misma que existía antes de la entrada a la liquidación judicial.
“Si se logra la confirmación del acuerdo se va a requerir de un promotor. Lo ideal es que continuara este liquidador (Rodrigo Tamayo), pero no obstante eso debe pasar por un comité de selección, que preside el Superintendente Billy Escobar”, dijo Manrique añadiendo que la Supersociedades lo que hará es vigilar y ejercer un control para que el acuerdo se cumpla.
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La audiencia del próximo miércoles tendrá un primer momento que será el de la resolución de algunas objeciones presentadas a los diferentes créditos del club.
“Determinaremos a quienes se les debe y con qué cuenta la sociedad, sus activos y pasivos. Los acreedores tienen derecho a discutir lo que se les debe y ese es el momento para resolver esas dudas”, declaró el intendente.
En las últimas semanas, las objeciones presentadas se fueron retirando. De no llegar a un acuerdo conciliatorio en la audiencia, la Supersociedades fungirá como juez.
A la pregunta sobre si se podría emitir una orden para la reafiliación del club a la División Mayor, Manrique fue enfático en que dicha decisión no está en función de la Superintendencia.
Así las cosas, retornando al proceso de reorganización, al Cúcuta le quedaría solicitar el ingreso a la Dimayor, mismo que se decidiría a través de una asamblea de los hoy 35 equipos miembros de la entidad.
Y solicitar el reconocimiento deportivo ante el Ministerio del Deporte, cartera que se ha mostrado presta para el retorno del club.
Mientras, en el panorama deportivo, en Bello, Antioquia, Silva Meluk tiene entrenando a una treintena de jugadores dirigidos por Aquivaldo Mosquera y con los cucuteños Winston Ramírez, Julián Rojas, Héctor y Jefferson Solano. Además de los experimentados Wilder Mosquera, Henry Obando y Harrison Henao.
Además los acompaña Gustavo Daza, quien fue gerente del equipo en 2017, 2018 y el primer trimestre de 2019.
En la ciudad, por su parte, el defensor Braynner García continúa trabajando con un grupo en promedio de 35 jugadores de la región que desde el año pasado han actuado a nombre de Cúcuta Deportivo.
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