Di María le robó el protagonismo a Messi y Neymar con un gol con magia que permitió esta sábado a Argentina gritar campeón en la Copa América-2021 frente a su archirrival Brasil y en su casa, el mítico Maracaná.
Más de cien partidos e incontables amarguras le llevaron a 'Ángelito' levantar una Copa con Argentina, pero la espera valió la pena ya que su gol rompió 28 amargos años sin títulos para la Albiceleste.
De Paul sacó de su propio campo un pase largo que encontró al volante del París Saint Germain en el lugar y momento preciso. El 'Fideo' tomó el balón y fue de la derecha al centro, frente a una defensa mal parada, y definió con toque de maestro por encima del portero Ederson.
Un gol con sabor a 'vieja guardia' de una Albiceleste que desde que perdió ante Alemania la final del Mundial de Brasil-2014 soportó una mar de críticas, cuestionamientos a la entrega y la estirpe ganadora de futbolistas como Di María que en su equipo, el París Saint Germain, brillan con luz propia.
Premio a la entrega
Al gol Di María sumó la entrega de siempre, corriendo por la derecha siempre y buscando a su amigo Messi que tiene la Copa que tanto necesitaba, pero que en la final brilló menos que en el resto del torneo.
Con Brasil muy entreverado, con pocas ideas en ataque y sorprendentes fallos en defensa, una de las fortalezas de los de Tite, el 'Fideo' dribló y metió un pase a 'Leo' que quedó en nada por una frenada providencial de la defensa de la 'Canarinha'.
Como Messi, Di María tenia como cuenta pendiente ganar un título. Llegó a la definición del sábado en Maracaná con tres finales perdidas, dos de Copa América, en Chile-2015 y Estados Unidos-2016 y la más dolorosa, la del Mundial de Brasil-2014 en el Maracaná contra Alemania.
En el templo del fútbol brasileño, Di María dejó el campo cuando faltaban diez minutos para el final.
El volante del París Saint Germain entregó todo lo que su físico pudo dar y a sus 33 años salió del campo ovacionado por más de mil hinchas argentinos que tuvieron el privilegio de acompañar la final, que tuvo tribunas semidesiertas a causa de la pandemia.
El final, vuelo con los brazos abiertos desde el banco de suplentes al costado del campo para el abrazo eterno de un plantel que cumplió, le dio el primer titulo a Messi con su Argentina y pagó las deudas del pasado.