Las ciudades capitales se diferencian de otras más pequeñas, porque el sistema vial está diseñado para que sus vehículos transiten por los diferentes corredores a velocidades que no afecten la movilidad, siempre y cuando el estado de su malla, se encuentre en condiciones transitables.
De igual manera, aquellas que sirven para conectar los diferentes barrios marginales con el centro de la ciudad, merecen estar condiciones transitables, puesto que de lo contrario, existiría una razón más para que el servicio público tipo bus y buseta, recorte la ruta autorizada, dado que se hace humanamente imposible cumplirlas, y es cuando la informalidad gana terreno a costa de lo que se ha dejado de hacer.
Es entonces que, la administración municipal ha venido avanzado en la tarea de parcheo de manera lenta, aplazando el mejoramiento de las rutas que prestan el servicio público en el Área Metropolitana de Cúcuta y es esa la razón que le asiste a los líderes comunales, el reclamar por unas vías que ofrezcan seguridad y minimicen los gastos producidos por el deterioro prematuro del sistema de suspensión de los vehículos.
Cuando se habla de seguridad, es porque los delincuentes están atentos en qué momento el conductor de un automóvil o una motocicleta, reduce la velocidad y es esa la coyuntura que requieren los vándalos para cometer atracos y lastimar a los ciudadanos de bien.
Lo complejo del tema, es que según el IDEAM, en pocos días inicia la segunda temporada de lluvias, la cual hace que los trabajos requeridos para recuperar la carpeta asfáltica, se aplacen indefinidamente, dejando por cinco o seis meses, la posibilidad de rehabilitar el sistema vial urbano.
Ahora, se ha expuesto lo relacionado a lo urbano y a los corredores principales, pero queda pendiente, evaluar el problema para todos y cada uno de los barrios de cada comuna, situación que a mi modo de ver es grave y sin posibilidad de soluciones a corto plazo.
Concluyo que la atención prestada por la Secretaría de Infraestructura, es muy limitada frente al pésimo estado de la malla vial de la ciudad. La misma dependencia debe priorizar la ejecución de recursos, dando especial e inmediata intervención a las vías que están definidas para la prestación del servicio público. Además, el inventario de huecos, debe ser parte de los recorridos que hace nuestro alcalde cuando realiza las siembras de plantas los fines de semana y finalmente, podrían definir un gerente que esté concentrado en la recepción de quejas y programación de trabajos que permitan movilidad sin traumas en los sectores menos favorecidos, recordando que la percepción del ciudadano es que las vías están en pésimo estado.
