Por lo menos un centenar de candidatos y precandidatos esperan disputarse la Presidencia de este país, en las próximas elecciones del año entrante. Y todos, absolutamente todos, manejan un discurso muy similar, prometiendo el oro y el moro a todos los potenciales votantes, ilusionándolos con que, ellos, solo ellos, solucionarán todos los problemas que gobiernos anteriores propiciaron.
Hay quienes, hasta tallan en mármol sus promesas como sucedió con el actual presidente Petro, como garantía de que no presentaría al congreso reformas tributarias y sería un adalid en la lucha contra la corrupción, y vemos como el pueblo no lo leyó entrelineas, él dijo que: “no iba a presentar una reforma tributaria” ¡pero lleva tres! Y que: “Iba a acabar la corrupción” pero en los demás, en su gobierno NO.
Casos recientes de corrupción tenemos en los mandatos de los presidentes Uribe y Petro, especialmente, donde gran parte de su gabinete o se encuentra huyendo o con medidas de aseguramiento. ¡Qué vergüenza!
Ahora algunos medios de comunicación y algunos falsos influencers se han dado a la tarea de descalificar a unos candidatos con alta influencia popular con argumentos tan baladíes que da grima, como: “Es un abogado de narcos” o “Es guabinoso o cobró por la reposición de votos”.
Como si fuera un delito o falta a la ética el cumplimiento de una de las garantías jurídicas el hecho de que “toda persona es inocente hasta que no se demuestre lo contrario”, o que siendo una profesión que se centra en proteger los derechos de personas acusadas de delitos no los defienda. ¡Absurdo! Los otros falaces argumentos con los que quieren descalificar a otro candidato, el de guabinoso por no tomar partido en la odiosa polarización que está destruyendo la democracia o por votar en blanco en las pasadas campañas presidenciales, por cuanto los candidatos no representaban ninguna garantía de buen gobierno, como efectivamente está demostrado con creces. Lo que se ha evidenciado, en mi opinión, es valor en la toma de decisiones. Sin rodilleras. Y por el cobro de la reposición de votos como si fuera ilegal recuperar algo de lo invertido en campaña, la Registraduría no autoriza reposición por encima de los gastos presentados en sus cuentas claras.
Hay que ejercer el derecho al voto, por supuesto, con responsabilidad, no motivados por las hayacas, con reflexión después de un análisis de su experiencia en el sector público, su coherencia en su trayectoria, su pasado sin escándalos, sus propuestas, que como dijimos son muy similares a otros candidatos, pero valederas, integridad, empatía para conectar con la gente y habilidades de liderazgo.
Dentro de esta gama de pre y candidatos hay unos descartables que ya han participado en la vida pública y han estado inmersos en escándalos de connotación nacional.
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