Cambia su página el calendario y estamos de cara al nuevo año, con él llegan las expectativas de un periodo exitoso, de superación personal y colectiva, como suele decirse, de echar para adelante. Ojalá que así sea sobre todo para nuestra ciudad que cambia de administrador porque llega un nuevo alcalde a regir sus destinos.
Al ingeniero Jairo Yáñez la favorabilidad medida a través de encuestas es probable que no le favorezca, pero queda como legado suyo y tenemos merecido reconocimiento, que ha sido correcta su administración en el manejo del presupuesto, lo cual es para destacar porque deja esa lección demostrando que se puede hacer uso de los recursos financieros de la alcaldía de esa forma, aunque quedaron pendientes otras tareas.
En sus propias palabras al referirse al balance de su gestión ha mencionado: “Aún queda mucho por mejorar, pero dejamos sembrada la semilla de la ética, la transparencia y el respeto por los recursos públicos” Esta puede ser por tanto la mejor ejecutoria del período durante el cual estuvo al frente de los destinos de la ciudad y marca un derrotero porque se distancia de manera notable de otros personajes que ocuparon en el pasado el mismo cargo y no dieron a los dineros públicos el mismo tratamiento.
El nuevo alcalde, Jorge Acevedo, quien se posesionó de forma pomposa y anticipada, llega con el compromiso de continuar las obras en desarrollo que deja el ingeniero Yáñez sin que hubieran podido concluirse. En el empalme se le escuchó decir con insistencia que continuará construyendo sobre lo construido. Es justo lo que estamos esperando a la par del buen manejo a los recursos públicos confiados a él y su equipo de gobierno para utilizar en procura de solucionar los problemas que todavía aquejan a la ciudad.
Examinado el grupo de colaboradores que ha escogido Jorge Acevedo para acompañarlo en su gestión, de acuerdo con la sinopsis presentada de cada uno de los secretarios y demás colaboradores, se trata de profesionales en distintas áreas bien preparados académicamente, con recorrido en la administración pública en muchos de ellos; lo cual supone de primera mano que son garantía para el desarrollo de un trabajo responsable en favor de la ciudad.
La perseverancia fue lo que finalmente llevo al nuevo alcalde a lograr el objetivo de ser elegido y tiene claro cuáles son los inconvenientes de mayor envergadura que adolece la ciudad, entre ellos de manera importante la economía local que presenta indicadores preocupantes, destacándose el desempleo y la informalidad en el trabajo, la pobreza en los barrios marginales y unido a ello está la inseguridad. No está de más traer a colación su propuesta de campaña: generar 35.000 empleos en nuestra ciudad y las zonas rurales durante los próximos cuatro años.
La integración con los vecinos venezolanos ha sido puesta de presente entre los objetivos que perseguirá el nuevo mandatario de tal manera que le generen créditos a su gestión e impulsen el desarrollo de la ciudad que se advierte viva por estos días con sus calles colmadas por visitantes y el comercio resurgiendo. En su agenda la prioridad es recuperar la seguridad. Esperamos que realmente su gestión marque una nueva etapa en el destino de Cúcuta, tal como lo ha prometido.
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