Esta cuarentena, además de protegernos del enemigo invisible, ha sido una gran oportunidad para valorar tantas cosas que en el diario acontecer pasan desapercibidas.
La lista puede parecer interminable y el valor depende de cada quien.
Mientras algunos ciudadanos se convierten en compradores compulsivos de alimentos como arroz, huevos, harinas, café y maíz pira, otros acuden en masa a comprar productos de aseo como papel higiénico, geles desinfectantes, jabones de ropa, jabones de manos y medicamentos sin fórmula médica.
Y a la ventaja de disponer del tiempo hay que agregarle la compra de juguetes sexuales, con enorme beneficio para la industria global de bienestar sexual, con un incremento de ventas hasta el 135 por ciento hasta finales de marzo.
Canadá, Italia, Francia, España y Colombia están entre los grandes demandantes.
Según estudio reciente de Fenalco, entre los productos de gran demanda están los aparatos eléctricos y objetos para hacer ejercicio, mientras en los de peor desempeño sobresalen las cuchillas de afectar, chicles, gomas de mascar, tintes para el cabello, blanqueadores y bebidas alcohólicas.
Los consultorios de diferentes profesiones, salones de belleza, peluquerías, vidrierías, almacenes de ropa, agencias de viajes, están entre las múltiples actividades que esperan una nueva oportunidad para reiniciar sus servicios.
El costo económico ha empezado a mostrar sus desventajosos resultados, como el desempleo tanto a nivel nacional (12.6%), como global.
Entre las proyecciones del comportamiento del PIB (Producto Interno Bruto) para este año, por parte de la calificadora de riesgo Standard & Poor”s, Colombia tendrá una caída de 2.6 por ciento, un retroceso menor comparado con las principales economías de la región: Argentina (-7%), Brasil (4.6%), Chile (3.9%), México (-6.7%) y Perú (-3.1%).
Esto gracias al fortalecimiento económico en 2019. En Venezuela se espera un retroceso del 15 por ciento.
Además, Colombia crecerá, según la firma calificadora, 4.1 por ciento en 2021, por encima de Brasil, Argentina, México y Venezuela.
No queda otro camino que reinventarnos para lo que viene, pues el mundo será muy diferente al que estamos acostumbrados. Esta es la gran lección.