La cuarentena originada por virus chino ha sido oportunidad para que algunas personas de buen corazón y amplio bolsillo mostraran su generosidad y su altruismo. Han donado millones de pesos, mercados, comida y objetos útiles para el hogar, lo mismo que cúmulo de necesarios elementos, mucha ayuda. Pero ha sido una gota en los gigantescos requerimientos de millones de colombianos, muchos de los cuales han colocado trapos rojos en las ventanas para pedir ayuda y comida, mientras que otros atacan a quien pasa por una esquina. Ello nos lleva a una conclusión: hay que seguir, pero surge pregunta inquietante: ¿Por qué no lo habían hecho antes y esperaron hasta el momento en que pudieron aparecer en los medios de comunicación como almas buenas, llenas de amabilidad y desprendimiento? Si algo habían mostrado era egoísmo, avaricia y deseo de atesorar el dinero, bien o mal habido, pero revelaron el rostro del que todo lo tiene y no regala nada. 

La mayoría de las personas pudientes nunca habían obsequiado una libra de arroz o una lata de atún, que ha servido para enriquecer a algunos especuladores, a pesar de que estamos encima de bomba de tiempo, como lo muestran manifestaciones de inconformismo, las menores de las cuales son los cacerolazos o los ataques a un médico que iba para el trabajo. 

No tengo el dinero para salir a repartir mercados, pero si tuviera me gustaría hacer algo en memoria de mi madre: abrir un  hospital en el pueblo santandereano donde ella nació, para atender  las personas de menores recursos. o hacer uno en alguno de los bellos municipios del Chocó, donde falta todo, o en la hermosa isla de San Andrés. Sitios que necesitan un hospital sobran, como lo mostró la pandemia que acaba de azotarnos. 

¿Quieren apoyar a quienes mueven la economía? Fácil. Busquen una necesidad y soluciónenla. Traigan respiradores, hagan un hospital, financien las escuelas de medicina, establezcan becas para los mejores estudiantes. Ayuden a que Colombia sea un mejor país. Mientras más gente progrese, mejor para todos, hasta para los alcabaleros, que podrán recaudar más impuestos si todos ganan mejores sueldos. Sigan ayudando, no se duerman. Colombia los necesita. No olviden a los compatriotas, que son miles. Están pidiendo  ayuda los hoteles, los bares, los peluqueros, muchas personas. Por amor a Colombia no dejen de ayudar. Sigan haciéndolo.  GPT