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Se prendió la rumba
Era el comienzo de la Fiesta del Libro en la Biblioteca departamental Julio Pérez Ferrero, un evento que congrega gentes de por acá y de por allá, de aquí y del otro lado, personajes de talla nacional y local, gente que sabe mucho y gente que sabe poco, pero todos unidos por un común denominador: el amor a los libros.
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Martes, 5 de Septiembre de 2023

Los invitados comenzaron a llegar, muy tiesos y muy majos, desde temprano. Y los colados también. Mentiras. Allí no había colados, porque la invitación era para todo el mundo. Todo el que quisiera darse un banquete sabroso (la vida es sabrosa) y gratiniano, allí podía llegar. La carpa se llenó en menos que canta un gallo, y los retrasados tuvieron que apretujarse de pie, porque no había sillas para tanta gente.

Era el comienzo de la Fiesta del Libro en la Biblioteca departamental Julio Pérez Ferrero, un evento que congrega gentes de por acá y de por allá, de aquí y del otro lado, personajes de talla nacional y local, gente que sabe mucho y gente que sabe poco, pero todos unidos por un común denominador: el amor a los libros.

Los libros se hicieron para ser leídos, pero no todos son leídos, porque igual que en la Viña del Señor, hay libros malos y libros buenos; autores buenos y autores malos; lectores buenos y lectores malos.

Dicen que lo peor que le puede pasar a un libro es que llegue a viejo sin que lo hayan leído. Son libros que envejecen en los estantes de las bibliotecas, padeciendo la cruz de la virginidad y el suplicio de la soledad.

Sin embargo, hay otra teoría, según la cual no hay libros malos, sino que tal vez no han tenido la oportunidad de llegar a las manos de quien deben llegar. Así como cada tiesto tiene su arepa, cada libro tiene su lector o sus lectores. A veces se encuentran. A veces, no.

Pues bien. Un día, al director de la biblioteca, Julio GarcíaHereros, se le prendió el bombillito y dijo “Vamos a buscar lectores para nuestros libros”. Se le juntó otra comunicadora, Tania Manzano, que lo complementó: “Y vamos a buscar libros para nuestros lectores”. Y así, echaron a andar este maravilloso proyecto, que este año llega a su décimo novena versión, donde hay de todo como en botica. De todo lo que tenga que ver con la cultura y el arte. Hay para todos los gustos y todos los paladares.

El viernes pasado fue la presentación de la Fiesta del Libro en Cúcuta. El lanzamiento. Danzas, canciones, discursos, abrazos, felicitaciones y enhorabuenas. Y agua para calmar la sed que por estos días nos tiene encaramados.

Pero definitivamente fue Fausto quien se robó el show. Cuando el maestro de ceremonias anunció por la televisión regional (canal TRO) la intervención del director de la biblioteca, Fausto se adelantó, se trepó a la tarima, y empezó a corretear por el escenario, oliendo todo, mirando todo, como dando el visto bueno a la imponente logística , y mientras su amo hablaba, Fausto le hacía carantoñas a una perrita que por allí se paseaba. Fausto es el nombre del perro que día tras día acompaña a Julio GarcíaHerreros en su oficio de administrar el principal centro cultural del departamento.

En la biblioteca todos quieren a Fausto. Y Fausto se deja querer, aunque esquiva las caricias de los desconocidos. Se da sus ínfulas de sangre azul.

Comenzó, pues, la Fiesta de los libros. Durante toda esta semana no habrá un solo rincón del edificio, ajeno a la actividad que allí se desarrolla. Paso a paso, golpe a golpe, libro a libro, Tania y Julio han logrado poner en lo alto esta Feria, en buena hora llamada Fiesta. Con el apoyo de la Gobernación, la Alcaldía y sus secretarías de cultura, la rumba ya se prendió. ¡Será una semana de pura gozadera!. 

gusgomar@hotmail.com

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