Todo parece indicar que tras el duro golpe provocado por la pandemia de la COVID-19 a la economía colombiana con un bajonazo del Producto Interno Bruto (PIB) de 15.7 por ciento en el segundo trimestre, el peor de la historia, se empiezan a dar resultados esperanzadores. De acuerdo a los informes del DANE, dados a conocer el miércoles, la tasa de desempleo en agosto fue de 16.8 %, la más baja desde marzo. En los últimos cuatro meses se recuperaron 3.15 millones de empleos para un total de 19.510.000. 

En esta escalada de la economía las remesas han sido un gran soporte. De acuerdo a datos oficiales entre enero y agosto los colombianos que viven en el exterior enviaron un total de 4.319 millones de dólares, una cantidad ligeramente inferior (-2.6%) a la enviada en el mismo periodo de 2019.

Con base en este comportamiento hay la expectativa de que al final del año las remesas alcancen un nivel récord al superar los 6.773 millones de dólares de 2019. Las remesas triplican los ingresos que Colombia recibe por exportaciones de café y representa el 2.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). 

La devaluación del peso incide en el incremento de las transferencias monetarias desde el exterior. Para los analistas esta es una talentosa exportación.

Como fruto de las estrategias implementadas por el gobierno nacional para lograr una sostenida reactivación, el presidente Duque considera que este año terminaríamos con una tasa de desempleo inferior al 14 por ciento. 

Y para que no quede duda de que las crisis son grandes oportunidades, el primer mandatario considera que la economía nacional tendrá un crecimiento superior al cinco por ciento en 2021. Un ejemplo de cómo lograr el éxito en medio de dificultades es Mafalda, quien fue creada por el humorista gráfico Joaquín Salvador Lavado Tejón -Quino-, como fruto de un fallido encargo publicitario.

Todos esperamos tener la técnica y fuerzas suficientes para alcanzar las metas trazadas.