Dentro de pocas horas comenzará la rumba. Será una fiesta a todo taco. Dicen que Julio y Tania, los anfitriones, están dispuestos a echar la casa por la ventana. Hasta donde se pueda, porque de todas maneras la pandemia sigue y hay que sacarle el quite al animalejo ese que nos ha tenido escondidos durante varios meses. Será a puerta cerrada porque es mejor prevenir que enterrar.
Supe que vendrán algunos invitados especiales. El Caballero de la Triste Figura no podrá faltar. Ni el man de las mariposas amarillas. Ni Pablo, el de Isla Negra. No digo la lista de invitados porque el espacio es corto. Lo que sí puedo decir es que, Dios mediante, la cosa va a estar súper, maravillosa y entretenida.
Pero no será una fiesta de sólo un rato, ni de sólo un día. No, señores. Será una fiesta de pantalón largo. De lunes a sábado, toda la semana entrante. De manera que todos quedemos ahítos, hasta que viene, en que nos vuelvan a convocar. Porque Julio García Herreros ya nos acostumbró todos los años a la Fiesta del Libro en Cúcuta, por cuenta de la Biblioteca Julio Pérez Ferrero. Ya vamos en la número 16 y los Julios no se rajan. Ni siquiera con cuarentena y con virus. Y menos ahora con Tania Manzano, que va con todo, arrasando lo que encuentra a su paso. Y obvio, con sus ayudantes que no le pierden patada.
El director de la Biblioteca con sólo una mirada le dice a Tania qué es lo que él desea para esta Fiesta. Tania le capta el mensaje, le copia, como dicen ahora, y con sólo una seña le dice a su gente qué es lo que deben hacer. Así de sencillo. Y la Fiesta arranca. Se prende la rumba.
Dije “así de sencillo”, pero ¡mentiras! Montar virtualmente toda una Feria con escritores a bordo, conferencistas por montones, talleristas a granel, y sobre todo, con un público ávido de lecturas y deseoso de llevar libros para engrosar su biblioteca, digo, no debe ser mogollo. Alguien que no esté metido en los chiros de Tania y de Julio, hubiera optado por el camino más fácil: Cancelar la Fiesta del libro de Cúcuta, por razones obvias. Pero no. Con machera rojinegra dijeron: “Vamos pa´lante”. Y echaron pa´lante.
Por eso desde el próximo lunes 31 de agosto hasta el 5 de septiembre la Biblioteca departamental estará abierta. Abierta por internet, para volver a disfrutar de la Fiesta de los libros. Unos y otros, es decir, autores y lectores, expositores y audientes, conferencistas y conferenciados, tendrán que aprender a manejar qué es eso de plataformas y de enlaces, de redes y aplicaciones, de audiolibros y videcharlas. Me refiero a los adultos, porque los pequeños, la gente joven, nos dan sopa y seco a quienes ya vamos doblando la esquina, en eso de medios electrónicos y comunicaciones virtuales.
Estoy ansioso por ver una feria virtual. Por hojear el libro que quiero conocer, por preguntarle al autor nuevo cómo empezó a escribir y si está regalando libros, por pedir autógrafos y tomarme fotos con los viejos amigos y las amigas viejas con quienes no me encontraba desde la Feria pasada. Y por jartar del vino que siempre dan en los lanzamientos de libros. Y por compartir en la Terraza la noche de poesía que año tras año organiza la Asociación de Escritores.
No sé cómo haré todo eso, sin salir de mi casa, y solamente pegado al celular o al computador. Pero yo sé que con Tania los imposibles se vuelven posibles. Que así sea. ¡En la Fiesta del Libro nos vemos!
gusgomar@hotmail.com