“Café y Petróleo. A cinco el saco, a ocho el barril. Vendo, vendo, vendo”. Ana y Jaime-1970
La Propuesta del Senador Petro nos puso a pensar a todos. A los de su orilla y a los de la nuestra. El muy serio Senador de izquierda Jorge Enrique Robledo, le ripostó exigiéndole que dejara el populismo y fuera responsable. Mal presagio para la minoría del socialismo siglo XXI que creció, pero no logra superar su complejo de la canela: Partirse, dividirse y astillarse.
Nos puso a pensar su asustadora e inquietante propuesta: Que, desde el primer día de presidente, detendría la Contratación de la exploración de petróleo, pues su plan es ir hacia una economía productiva pero no extractiva.
Incomprensible, si del total de recaudo de regalías del 77% proviene de hidrocarburos: -unos 6,7 billones- que en nuestro PIB representa el 5.1 %. Medios especializados como Portafolio expresaron en seguida, que de darse tamaño despropósito, sucedería que la economía colombiana se contraería en un 3.6 por ciento, cuando para este 2022 se esperan ingresos de7.5 billones producto de la extracción petrolera.
Un simpático comentario de prensa capitalino, me hizo recordar con nostalgia a Don Abelardo Martínez, aun tendero de Lourdes, tan serio como malgeniado, a quien llamaban vinagre y que un buen día le dio como a Petro, por no vender más, porque se le acababa el surtido. Obviamente el surtido le duró un rato largo, pero se quebró.
Quedamos perplejos con tal desparpajo, mediante el cual, Gustavo Petro alargaría las reservas hasta el 2034 dejando de exportar crudo, como en la teoría de Don Abelardo, para no acabar con el surtido.
Una genial fórmula para reventar la economía colombiana, con el pretexto de modificar el calentamiento global y acelerar la transición hacia la producción energética limpia, cuando las conclusiones de Glasgow en la cumbre sobre del clima, se limitaron a la mora calculada de las grandes potencias: Usa, China, Rusia que a ella solo enviaron segundones.
La Unión Europea está muy preocupada. Hoy 10 de marzo, en plena guerra ruso-ucraniana, tuvo que volver a encender las plantas térmicas que había apagado buscando la descarbonización, como se había acordado en COP21 de Paris.
Carbón y Petróleo son nuestros primeros renglones de exportación, mejor dicho; es el surtido de nuestra tienda. Pero en este ciclo electoral que comienza dentro de tres días, no conviene subirles el precio a los consumidores colombianos y entonces es mejor vender bien el surtido, como los buenos tenderos y desoír el populismo de Petro.
Adenda: Y prever que ya llegan los vehículos eléctricos y se acabarán los de combustión a partir de 2035 como adherimos al acuerdo de París.