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Pensamiento complejo y pensamiento pendejo
El pensamiento complejo, es aquel que es capaz de analizar las muchas interrelaciones existentes en un problema o situación específica.
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Sábado, 15 de Marzo de 2025

El pensamiento complejo, es aquel que es capaz de analizar las muchas interrelaciones existentes en un problema o situación específica. El pensamiento complejo obliga a desarrollar habilidades cognitivas de pensamiento sistémico, crítico y creativo. Tomemos el ejemplo del cambio climático. Empecemos porque en español solo hay una palabra para clima. En inglés Weather es el clima actual, el comportamiento atmosférico del corto plazo. No todo aguacero, nevada, huracán o sequía es cambio climático, es más bien la realidad del comportamiento atmosférico en su interrelación con el planeta, tanto con su masa terrestre como con su masa líquida. Tiene recurrencia, hay temporadas de lluvias y de estiaje, hay eventos críticos o eventos regulares, es el weather (en inglés).

El clima que corresponde al cambio climático es Climate (en inglés), el comportamiento de las variables atmosféricas en períodos largos de tiempo. La temperatura media del planeta desde finales del siglo XVIII, inicio de la Revolución Industrial, se ha incrementado, entre otros, por efecto antrópico, es decir de la sociedad humana, y es lo que se conoce como calentamiento global. El planeta evoluciona, cambia, se autoregula, y por eso, no todo cambio es responsabilidad antrópica; el cambio climático es natural en el planeta. Por ser el clima un sistema de sistemas complejos, estudiar que parte de los cambios del Weather y del Climate son evolución natural del planeta y que parte es antrópica requiere mucha información y estudio. El pensamiento complejo es con el que se estudian las ciencias naturales.

El pensamiento simple es el que a cada situación la explica por una y solo una causa, usualmente la que “la más popular”. De manera simple, toda catástrofe climática es por cambio climático producido por la sociedad humana, como sostienen los anarcoambientalistas. Es la caricatura del cambio climático; el pensamiento de la politiquería ideologizada y la burocracia.

El pensamiento pendejo es el que ignora la  realidad, la historia y los datos y apela a hacer brotar sentimientos disruptivos y negativos como el resentimiento, la soberbia de la ignorancia, la eliminación del otro; es la anulación del pensamiento crítico. El presidente Petro puede decir, solo porque puede decirlo, que el planeta (que es diferente de la sociedad humana, pero esas son cositas que el no conoce ni quiere conocer) se va a acabar por el modo de producción capitalista (que es diferente de la industrialización, algo que tampoco conoce ni quiere conocer), responsable de la calcinación del planeta.

Eso se usa para la nueva lucha de clases, entre unos indígenas que cuidan el planeta (y que hoy en Colombia son los grandes destructores de bosques para cultivo de narcóticos, la principal causa de emisiones de gases de efecto invernadero en Colombia) y unos capitalistas blancos que contaminan por su codicia. El pensamiento pendejo, que en realidad es un pensamiento esquizoide, no permite contra argumentación: es totalizante, es impositivo y no admite pruebas en contrario. Está presente en las mentes fundamentalistas, fundamentalistas y dueñas del “derecho” a pensar y decir los que les de la gana y a imponerlo con violencia. 

Sobra decir que una sociedad que se deja impregnar del pensamiento pendejo está condenada a perder su libertad. Los medios de comunicación y las redes, los padres, los maestros, los dirigentes privados o públicos son responsables de permitir llegar a lo que Erich Fromm llamaba sociedades que incentivan la enfermedad mental. Es un proceso que el progresismo, se ha encargado de ir montando, mediante todas las formas de lucha. La guerra cultural infecta las sociedades para lograr la captura por el socialismo, usando para ello la violencia (en términos progres, la insurgencia y el estallido social) y se aprovecha de sistemas políticos débiles. Si el Congreso en su actuar legal no aprueba una ley propuesta por el presidente, que se consulte al pueblo que debe entrar en “explosión social”. El pensamiento pendejo se llama así porque se aprovecha de los pendejos que les creen.


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