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Octubre: brujas, niños y otras vainas
Los tiempos pasaron. El modernismo llegó, lo vecinos ya no se reúnen a echar cuentos, cada quien anda en lo suyo, pero las brujas siguen existiendo.
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Martes, 3 de Octubre de 2023

De niño me daban miedo las brujas. Yo escuchaba a los mayores hablar de ciertas viejas de nariz afilada, ojos saltones, capirote negro y falda larga, que volaban en escobas y se llevaban  a los niños desobedientes. Nosotros corríamos a guarecernos en los brazos de las mamás, mientras los demás seguían echando cuentos, en aquellas veladas en los andenes de la casa donde se reunían los vecinos algunas noches.

Los tiempos pasaron. El modernismo llegó, lo vecinos ya no se reúnen a echar cuentos, cada quien anda en lo suyo, pero las brujas siguen existiendo. Por eso les asignaron un día de octubre para que celebren su fiesta, hagan sus ceremonias, coman carne de gato y salgan a la media noche  a hacer sus recorridos por los aires , tal vez ya no en escobas sino acomodadas sobre algún dron o en algún vehículo espacial.

Pero además de estas brujas, aparecieron las otras. Las chismosas, las que se meten en la vida de los demás, las que espían a través de las cortinas para ver lo que sucede en la casa del frente. No hablan con graznidos, ni tienen la nariz afilada, ni usan capirote. Pero brujean con gusto y en eso son felices.

Ignoro si éstas celebrarán también su día el 31 de octubre, o todos los días son fiesta para ellas. El año pasado le escribí a una amiga ese día, el de las brujas: “Felicitaciones”. No le dije más. Captó el mensaje porque de inmediato me contestó con tres piedras en la mano: “Bruja su mamá”. Y me recordó a doña Desideria, como si mi mamá tuviera la culpa. También es que se ofenden por nada. Estamos tan mal en este país, que hasta las  brujas han perdido el sentido del humor. No todas, afortunadamente. A otra que también le dije “Felicitaciones”, me contestó muy amablemente: “Gracias, pero estoy haciendo una rifa para comprar nueva escoba”. Con brujas así, uno puede entenderse.

¿Por qué les dicen brujas a las mujeres chismosas? No lo sé. Pero abundan. Y visten bien, y comen bien, y son gorditas, llevan buena vida. Pero se saben la vida de toda la vecindad y los de más allá. Son graciosas, simpáticas y de sonrisa hermosa, pero hay que tener cuidado de no caer en sus redes.

Las brujas de antes, las que volaban, fueron cogiendo mala fama. En la edad media las quemaban vivas. Ahora no las queman, pero les hacen el feo. Y las humillaron hasta el punto de que les quitaron su día de celebración, y en su lugar dispusieron que ese día, el 31 de octubre, sería el de los niños.

Desde entonces el mundo es una caca, huele a pañal, a engrudo. Los gobernantes nos tratan como niños, nos meten los dedos en la boca y nos dejan poposiados. Petro, el presidente, es un buen ejemplo. Hace con nosotros lo que quiere, nos zarandea, nos niega el tetero y está que nos quita hasta el dólex.

Para fortuna o desfortuna, en este mes habrá elecciones regionales. Dentro de los candidatos hay de todo como en botica, para escoger. Lo malo es que no siempre sabemos escoger. Y hasta brujas hay de candidatas. Tengo algunas amigas que aspiran a lograr el respaldo popular en algunos municipios. Sus conjuros, sus pactos con seres del más allá y del más acá, sus asuntos secretos seguro las llevarán al triunfo.

Yo prefiero una bruja en el poder, que nos enseñe a volar alto, y no alguien que nos lleve de culo pal estanco.


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