El lunes de la semana que pasó, cuando el reloj marcaba la una y treinta de tarde, sobre la llamada vía de los cementerios, en el municipio Los Patios, muy cerca al colegio Comfanorte, sucedió un accidente en el cual intervinieron los conductores de dos motocicletas y un automóvil.

Sobre el asfalto, observé desde mi vehículo además de varias decenas de curiosos, una mujer tendida en el suelo, supuestamente herida, aún con su casco puesto. 

No supe nada más, pero de inmediato mi cerebro recordó una situación similar en noviembre del año pasado, en la que una joven trabajadora perdió el control de su motocicleta y quedó tendida sobre la misma vía, frente a los cementerios.

Lo coincidente del caso es que así alguien quiera ayudar, es conveniente esperar a los paramédicos, puesto que un movimiento en falso puede dejar cuadripléjica a una persona que ha sufrido un accidente en motocicleta. 

En el segundo caso, las heridas de bastante consideración, no permitieron saber de quien se trataba, puesto que su cuerpo quedó bocabajo y el hueso del tobillo de su pie derecho, estaba salido de su sitio. 

En los hechos comentados, lo único que se sabe es de la llegada de una ambulancia y nada más. 

Porque también hay personas indelicadas que aprovechan para tomar las pertenencias de los que sufren accidentes y por tal motivo algunos llegan como “NN” a los centros hospitalarios. 

La propuesta, que no es nueva entre las personas que practican el ciclismo en alguna de sus modalidades, consiste en portar una manilla que consigne por lo menos los datos personales, el tipo de sangre, alergia a determinado antibiótico y números de dos contactos de aquellos que atienden las llamadas. 

Ese es el tipo de manillas que debieran portar todas las personas que se movilizan en dos ruedas, con o sin motor, puesto que en caso de accidente, es más fácil informar sobre lo sucedido y el destino al cual llevarán la persona que ha sufrido ese tipo de percances. 

De igual manera, permitirá que los galenos actúen más rápido, toda vez que puede tratarse de personas con tipos de sangre no muy corrientes, diabéticas, y/o hipertensas y de ahí esa información oportuna.

Ahora que están de moda las manillas, debiera promoverse la utilización de este accesorio que no solo es un adorno, sino que podrá salvar una vida.